Páginas

viernes, 30 de septiembre de 2011

Las elecciones de 1977 en España: La transición democrática en la encrucijada.

Primer mitín de Felipe González en Madrid en 1977
Cuando recordamos y analizamos la transición española estamos buceando en nuestro pasado, allí es donde encontraremos las claves de nuestro presente. Todos los años, al empezar en bachillerato el nuevo curso, dedicamos unas  jornadas a analizar el concepto de historia y reflexionamos entonces,  los alumnos y yo, sobre el concepto de historia, qué es y para qué sirve. La contestación es simple, la historia es el pasado acumulado en nuestra memoria, y una sociedad como un individuo es su pasado. Cuando conocemos nuestra historia nos conocemos a nosotros mismos, en ella hallamos las claves de nuestro presente.  Tal principio cobra todo su valor ante procesos históricos como el de la Transición democrática y la que es una de sus fechas claves: las elecciones de junio de 1977. Es una etapa de incertidumbre que condensa en sí mismo todos los problemas, dificultades, esperanzas y  aspiraciones que han teñido nuestra historia. Y entre las fechas claves de la Transición, el 15 de junio de 1977, jornada en la que se celebran las primeras elecciones democráticas después de la larga dictadura franquista. Su importancia está fuera de toda duda, aunque con frecuencia se ve oscurecida por la mayor resonancia y proyección mediática de otros acontecimientos de la época, como la puesta en marcha de la constitución de 1978 -y su aureola de consenso-, o el fracaso del golpe de estado de 1981, que gracias a las imágenes televisivas, quedó fijado para siempre en la memoria colectiva del pueblo español y supuso la consolidación definitiva de la monarquía en la figura de Juan Carlos I .
Por primera vez la propaganda electoral inunda todos los rincones de España

Las elecciones resultaron determinantes en el proceso de transición: por un lado fueron el punto de partida para hitos posteriores como el proceso constituyente, por otro lado se mostraron, como no podía ser de otra manera, como la expresión más importan y la voluntad popular.  Se trató de unas elecciones coloristas, las de hoy son más aburridas, que contaron con la participación de muchas opciones políticas y un marco defuerte fragmentación política, todo ello con un despliegue masivo de cartelería y la aparición en escena por primera vez de la televisión, destinada a matizar profundamente el desarrollo de los procesos electorales futuros. Además suponían una relevante novedad, porque no en vano, tres cuartas partes de los votantes nunca habían tenido la oportunidad de votar (los menores de 62 años nunca lo había hecho).  Otra característica definitoria fue la incertidumbre que rodeaba al posible resultado, absolutamente imprevisible: Cuál sería el peso de U.C.D. o la proyección real a nivel de votos de los comunistas, eran preguntas sin contestar.


Cartel de U.C.D. con su líder Adolfo Suárez


Cartel del P.S.O.E con su líder Felipe González
Cartel de Alianza Popular con su líder Manuel Fraga




















Sin embargo, su mayor valor residió también en lo ejemplar de su desarrollo, lo que otorgó a sus resultados una gran legitimidad:
- Por un lado la ausencia de conflictos graves. A pesar de que le rodeaba un contexto marcado por la violencia de los grupos violentos de ultraderecha, de ETA y el Grapo, y a pesar de los acontecimiento de inicios del año, con los asesinatos de los abogados de Atocha, la verdad es que los comicios fueron un ejemplo de tranquilidad.

Colas de votantes para acceder a los colegios electorales


- En medio de una gran incertidumbre por el resultado, el pueblo fue a votar en masa (78%) borrando el fantasma de la abstención, que hubiera restado legitimidad al proceso emprendido. Fue una lección por tanto de participación, que no fue frenada por el miedo, ni la inhibición, ni la indiferencia. Eso mostraba una ruptura con procesos históricos donde la abstención siempre fue más alta y contrasta con la creciente indiferencia existente en los procesos electorales actuales, marcado por una creciente abstención.
- El pueblo dió también una lección de madurez, a pesar de su bisoñez en estos procesos. En medio de una fuerte fragmentación política los electores supieron definir un sistema viable con dos partidos más votados, y ante la sorpresa de muchos que auguraban otros resultados, dieron la victoria a la reciente creada .U.C.D. liderada por Adolfo Suarez. Se evitaba así situaciones como las de 1936: la memoria que aquel pasado conducía a pensar que la victoria de la derecha o la izquierda hubiera llevado al otro bando a no aceptar o desligitimar las elecciones y caminar hacia el conflicto. Además, al darle las riendas del poder a sectores claramente reformistas pero que procedían del régimen franquista se apostaba, si cabe aún más, por rechazar cualquier tipo de ruptura.



- Pero sobre todo las elecciones fueron una lección de pluralidad. Votamos todos, hombres y mujeres, pero además pudimos votar a todos, a todas las opciones políticas. Y fue así porque antes hubo otra fecha clave; la legalización del PCE. Eso dio legitimidad al proceso. Nadie quedó excluido. Los comicios no podían por tanto ser desligitimados en este sentido por ninguna opción política.  La legalización del PCE, auténtica bestia negra del ejército y del llamado "búnker" franquista (los sectores más inmovilista) se produjo después de los asesinatos de abogados laboralistas de Atocha. El ejercicio de responsabilidad y serenidad del Partido Comunista y su líder Santiago Carrillo tras dicho atentado, y la valiente determinación de Adolfo Suárez, presidente del gobierno, se encuentran detrás de este proceso.


Santiago Carrillo y Adolfo Suárez

Cartel electoral del Partido Comunista de España
Mitín del Partido Comunista en 1977 en la plaza de toros de Valencia
                          
Los resultados fueron incuestionables. Votaron unos dieciocho millones de españoles y un 90 % lo hizo por el cambio. Aquel 15 de junio en que se celebraron las elecciones moría definitivamente el franquismo y España se deslizaba imparable hacia la contrucción de un sistema democrático, que nacía con luces y sombras y dejaba muchas heridas sin cerrar, pero que suponía un giro brusco y definitivo en el tortuoso devenir del siglo XX español.  Este video nos muestra la importancia del acontecimiento y cómo se desarrollo todo el proceso electoral.
                          

No hay comentarios:

Publicar un comentario