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jueves, 15 de noviembre de 2012

La propaganda nazi y los medios de comunicación de masas


Adolf Hitler con su ministro de propaganda, Joseph Goebbels.

LA PROPAGANDA NAZI Y EL CONTROL SOCIAL

El desarrollo de la propaganda de guerra surge con la Primera Guerra Mundial, de la mano especialmente de los británicos, que se mostraron como maestros en el uso de los medios de comunicación para mantener la fe en el triunfo final. La propaganda política nace como arma ideológica con la Revolución Rusa, el nuevo estado comunista recurrió a ésta de forma sistemática con la intención de controlar y guiar a las masas. Los nazis trataron de aunar las aportaciones de uno y otro y convirtieron la propaganda en una "nueva arma" para convencer al pueblo, para llegar a él, para imponer su visión del mundo y el Estado. Supieron utilizarla para alcanzar el poder, para aprovecharse de la crisis y las frustraciones existentes, mostrándose como salvadores de la nación en quiebra, y una vez en el gobierno, pusieron todos los medios de comunicación bajo su control y los utilizaron para dominar el Estado y controlar a las masas. Sin la propaganda sistemática y el control de los medios no se explica el crecimiento de nacionalsocialismo a lo largo de los años 20 y 30. Buscaron un enemigo y lo encontraron en los judíos y los comunistas, y sobre ellos lanzaron todo el descrédito, a la vez construyeron todo su mensaje sobre la exaltación del líder y su papel como guía o caudillo: sus discursos se transmitían por la radio, su imagen estaba omnipresente en los carteles que empapelaban las calles, en los periódicos o emisiones de cine, donde se exaltaba su carisma y los logros y conquistas conseguidos. Y en todos los medios se reproducían de forma masiva desfiles solemnes, símbolos, banderas y estandartes, que asedian al pueblo alemán casi como una obsesión. Alemania se convirtió de esa manera en una "sociedad hipnotizada". El padre de todo este mecanismo propagandístico fue Joseph Goebbels, al frente del recién creado Ministerio de Propaganda y Educación Popular. Su enorme capacidad como manipulador de la información lo convirtió en uno de los personajes fundamentales del nazismo, artífice de una incansable labor de propaganda basada en los siguientes principios:
1.  Principio de simplificación del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.
2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.”
4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5. Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión, escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.”
6. Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas.” De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público estará ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.


LA CARTELERÍA NAZI

Hasta la Primera Guerra Mundial, el cartelismo tuvo básicamente fines publicitarios y comerciales. Los carteles de guerra surgieron durante la Gran Guerra, mientras la cartelería política encontraba su momento poco después, en la nueva Unión soviética surgida de la revolución bolchevique. A lo largo del siglo XX la evolución técnica de las artes gráficas dio a la cartelería una gran relevancia y en el periodo entreguerra la propaganda política y bélica a través del cartel alcanzaría su cénit, así lo evidenció el desarrollo de la Guerra Civil española y el surgimiento de los estados fascistas. El nazismo mostró gran maestría en el uso del cartel como medio de propaganda, éste permitía llegar a gran cantidad de público sin necesidad de invertir grandes recursos. Además, correctamente situado y desarrollando el mensaje con habilidad estética y técnica, su capacidad para influir y movilizar en las masas era evidente. Así lo comprendió Goebbels, ministro de propaganda alemán, plenamente consciente del poder de la imagen. Ésta resultaba mucho más sugestiva y se grababa por mucho tiempo en la mente del espectador, especialmente en una sociedad donde el acceso a ella era muy limitado, porque la televisión no se había convertido en un medio de masas. El cartel nazi tiene un mensaje claro y un lenguaje directo, lleno de frases cortas y sencillas, pero punzantes y llamativas, que resumen la ideología nacionalsocialista o exigen del espectador un tipo de conducta comprometida. Se acompañan de una estética muy cuidada en el marco de una composición atractiva. Son carteles impactantes, rotundos en su intento de convencer, repletos de consignas que apelaban al instinto y las pasiones más que a la razón. Auténticos "gritos en la pared" que clamaban por la maldad de los judíos, la grandeza del líder, el bienestar económico generado por el nuevo régimen o el valor del trabajo en la retaguardia durante la guerra mundial. A continuación expongo una breve selección de carteles y un VIDEO con una completa selección de carteles propagandísticos del nazismo, todos ellos traducidos.



"El judío, el instigador de la guerra,
el prolongador de la guerra".
"¡Alemania es libre!"

Exaltación de los valores de la familia alemana
 y la raza aria.

Ante la ruina  y  la crisis económica de Alemania:
 "Nuestra última esperanza: Hitler"

                                     
Exaltación de la moral de guerra:
"La victoria será nuestra".
El  valor del trabajo en la retaguardia:
"Tú eres el frente"



"LA RADIO DEL PUEBLO" 

Tras su llegada al poder, el ministro de la propaganda, Joseph Goebbels, se propuso llegar con el mensaje del gobierno nazi a todos los hogares y percibió la importancia de la radio como vehículo para comunicarse con las masas, sobre todo, teniendo en cuenta que la televisión apenas existía. Tal proyecto implicaba la popularización de la radio -cada alemán debía tener un aparato- para lo que se necesitaban receptores más baratos. Y en agosto de 1933 se presentaba la Volksempfänger o Radio del Pueblo de la que se vendieron hasta el inicio de la guerra, siete millones de unidades. Durante la guerra se venderían a mitad de precio otras 1.800.000 de una versión más barata, la DKE38. Ambas estaban marcadas con un águila y una svástica.
En esta expansión de la radio influyó no solo el precio, sino también la publicidad masiva que se dió en periódicos, salas de cine y a través de carteles en las calles. Anuncios como éstos se extendieron por toda Alemania:

"Toda alemania escucha al Führer con
 la Radio del Pueblo".
"¡La radio para todas las clases!"




La Volksempfänger o Radio del Pueblo.

La primera preocupación del régimen nazi fue que todo hogar alemán tuviera una radio, la segunda que a través de ella le llegara la ideología nazi, impidiendo la extensión de postulados diferentes. Las emisoras estaban todas bajo control del régimen y además los nuevos aparatos estaban muy limitados a la hora de interceptar emisoras no alemanas -precisaban antenas especiales-. Una vez empezada la guerra se prohibió expresamente escuchar las emisiones extranjeras, lo que se castigaba con prisión. Los contenidos radiofónicos eran de una uniformidad absoluta, sometidos a los principios de la doctrina oficial. Todos los discursos del Führer fueron transmitidos por radio en un intento de llevar su palabra a todos los hogares. Se sucedian las charlas sobre el Nacionalsocialismo y se imponía la música alemana, ya fuera popular o clásica. Los compositores judíos fueron vetados y la música extranjera fue desapareciendo poco a poco de las ondas. Durante la guerra los mensajes políticos y la exaltación triunfalista del ejército alemán acrecentó el carácter propagandístico de la radio, aunque el creciente hastío de la población obligó a Goebbels a aumentar el porcentaje de la programación destinado a la música ligera y comercial.

Reparto entre la población de la  Volksempfänger o Radio del Pueblo.
Hitler escucha en la radio los resultados de las elecciones parlamentarias
 alemanas. Siempre fue consciente del poder comunicativo de este medio.

El régimen nazi también percibió las posibilidades de la TELEVISIÓN. Se hizo un esfuerzo técnico importante y se puso en marcha el primer servicio de televisión que emitía algunos días de la semana. Pero la televisión no estaba suficientemente desarrollada, los aparatos eran muy caros y solo se encontraban en sitios públicos. Por otro lado la irrupción de la guerra frenó en seco la producción de estos aparatos, aunque las emisiones continuaron hasta casi el final del conflicto.


LA PRENSA NACIONALSOCIALISTA

La prensa se convirtió desde un principio en un ingrediente más en la estructura propagandística nazi, a pesar de todo, siempre estuvo en un segundo plano respecto a medios hablados como la radio. Como ocurrió con los medios en general, la prensa cayó pronto y en su mayoría bajo el control de régimen. Muchos periódicos fueron cerrados, muchos periodistas y editores perseguidos. Aunque siempre permanecieron periódicos con cierto tono liberal como el Frankfurter Zeitung que daban cierta apariencia de pluralidad, todos ellos estaban, sin embargo, sometidos a las directrices que el Ministerio de Propaganda enviaba diariamente a sus redacciones. Con el tiempo la editora del partido nazi fue haciéndose con la propiedad de la mayoría de la prensa germana. El artífice de tal proceso fue Max Amann, que creó un enorme imperio periodístico con cientos de publicaciones y miles de empleados. Era el presidente de la Cámara de Prensa -órgano del régimen nazi para dominación de la industria editorial-, jefe del Reich para la Prensa del Partido y director de la Eher Verlang, la compañía editora del partido nazi y encargada de publicar libros, revistas y periódicos. Ella editaba las obras de Goebbels o el Mein Kampf de Hitler, y también los principales periódicos del partido, convertidos en pura prensa propagandística. Nos referimos al Völkischer Beobachter, "El observador popular", el periódico oficial del NSDAP, autodenominado "Diario de combate del Movimiento Nacionalsocialista de Alemania", o al Illustrierter Beobachter, un periódico diario ilustrado con fotografías y fotomontajes que cubría los actos de los líderes nazis. Ambos periódicos crecieron con el nazismo, por eso cuando se fundaron en los primeros años 20, su tirada no superaba unos miles de ejemplares, mientras en el año 1944 estaba por encima del millón y medio.

El Volkischer Beobachter era el periódico oficial del partido nazi.
                 
El Illustrierter Beobachter mostraba
la evolución de la guerra en imágenes.
Las fotografías del Führer inundaban
las páginas del Illustrierter Beobachter.

Ejemplo paradigmático del uso de la prensa como medio propagandístico es el periodico semanal Der Stürmer, "El atacante", que se publicó entre 1923 y 1945, centrado en la difusión de propaganda antijudía y en convencer a los alemanes de la maldad de los hebreos. Su crecimiento fue paralelo al del partido nazi y si en 1927 tan solo tenía una tirada de 27.000 ejemplares, en 1935 alcanzaba los 480.000. Su antisemitismo visceral era evidente en sus conocidas caricaturas y dibujos satíricos que atacaban y menospreciaban a los judíos y en el lema que había en la parte inferior de cada portada "Los judíos son nuestra desgracia".

La frase inferior del Der Sturmer senten-
ciaba "Los judíos son nuestra desgracia"

Las caricaturas del Der Sturmer mostra-
ban a los judíos como seres despreciables.


EL CINE COMO MEDIO DE PROPAGANDA: LA OBRA DE LINE RIEFENSTAHL.
      
El periodo entreguerras, entre 1919 y la llegada de los nazis en 1933, fue el periodo de mayor creación artistica de Alemania en muchos ámbitos, también en el cine. En el seno del cine alemán se desarrolló una corriente expresionista que produjo un gran número de obras maestras. Pero tal explosión creadora termina con el ascenso de los nazis al poder. Muchos de los cineastas escogen el camino del exilio, bien por sus ideas políticas, bien porque la censura limitaba su capacidad de creación. Es el caso de Murnau, Billy Wilder, Ernest Lubitsch, Josef Von Stemberg, Fred Zinneman, Douglas Sirk o Fritz Lang. La mayoría huyó a Estados Unidos, incorporándose a la industria de Hollywood. 
Todo esto no implicó que el nazismo diera de lado al cine, al contrario, tanto Hitler como Goebbels habían comprendido desde muy pronto su enorme capacidad para la transmisión de ideas y llegar a los ciudadanos. Con el objetivo de llevar estas intenciones a la práctica el cine alemán pasará en estos años de ser privado a estar enteramente controlado por el régimen, de forma que grandes productoras como la UFA son adquiridas por el Estado y convertidas en un engranaje más de la maquinaria propagandística nazi.
Sin embargo, esto no supuso el predominio del cine de propaganda, lo que hubiera saturado y expulsado de las salas al alemán medio, los nazis mostraron su inteligencia permitiendo el desarrollo y predominio de un cine de evasión y entretenimiento, con historias sencillas y comerciales demandadas por el pueblo. Sin embargo, ese cine debía transmitir también los valores y principios de la nueva Alemania, aunque nunca de manera explícita. Y es que el reglamento cinematográfico de febrero de 1934, no solo había introducido la censura previa, sino que obliaba a que las películas fueran realizadas por productores de raza aria y reflejan el espíritu y los valores nazis. 
El predominio del cine de evasión no impidió que hubiera una producción puramente propagandística, un cine claramente ideologizado al servicio de los intereses nazis, nos referimos a los noticiarios y documentales de guerra, que nos mostraban los avances y logros del régimen, la evolución de la guerra y las victorias del ejército alemán. Junto a estas proyecciones se hallaban películas con un carácter a veces documental  y claramente propagandístico. Es el caso, en 1940, de películas marcadamente antisemitas, como El judío Juss, film de carácter histórico, o El judío eterno, con un carácter más documental, que muestran un antijudaísmo muy agresivo, construyendo un enemigo, un judío malvado, egoísta y parásito, que solo encuentra felicidad en el dinero, siempre en abierto contraste con el prototipo de alemán, honesto y trabajador.

Cartel de la película antisemita El judío eterno.

En esta órbita propagandística estaba la obra de una íncreible directora, Line Liefenstahl, una mujer muy vinculada a determinados personajes del nazismo como Albert Speer o Rudolf Hess. Liefenstahl fue de las pocas cineastas que no se exilió y que puso todo su enorme talento al servicio del nuevo régimen, que le recompensó con todos los medios técnicos, económicos y humanos para realizar los proyectos encomendados.
Así pudo realizar dos grandes obras maestras del cine, El triunfo de la voluntad y Olympia. Ambas son películas impactantes llenas de alardes ténicos, a la vez que servían a los intereses propagandisticos del régimen. El triunfo de la voluntad se centra en la Convención del Partido celebrada en Munich en 1934, Hitler la eligió para dirigir el film documental porque le habían impresionado algunos de sus trabajos previos. El documental muestra a las masas nazis fundiéndose en una única voluntad con el Fúhrer, que evidencia su enorme capacidad como orador, su fuerte personalidad y su carisma entre las masas que le escuchan. La película exalta la figura del Führer hasta el paroxismo, masas fanatizadas y enfervorizadas que lo reverencian con su silencio respetuoso cuando habla o lo aclaman cuando llega el momento, mostrados como un todo, como una masa única, en grandes planos. Esas escenas se mezclan con primeros planos de individuos que vemos de cerca, generalmente jóvenes y satisfechos. Esa combinación y el montaje excelente favorece el dinamismo de las escenas. Se trata posiblemente del mejor documental de propaganda política de la historia y sentó las bases para la filmación de eventos masivos en la posteridad. Y junto al líder y las masas todo el estilo fascista, su iconografía y simbología: svásticas, banderas, estandartes, desfiles militares. Hoy resulta inquietante, por su exaltación del nazismo, pero también seduce desde el principio hasta el final y muestra la enorme capacidad de movilización del Partido Nacionalsocialista. De hecho, en 1935 la película fue un fenómeno de masas.
En Olimpia, Liefenstahl filma por primera vez en la historia unos juegos olímpicos, los juegos de 1936, celebrados en Alemania y que se convirtieron en una exaltación del nazismo. Elabora un gran documental, esta vez al servicio de la reivindicación de las capacidades físicas y la perfección de la raza aria, fomentando además el orgullo nacional por el éxito en las olimpiadas de 1936.

Cartel publicitario de la película
 El triunfo de la Voluntad.
Cartel publicitario de la película Olympia.


Line Liefenstahl en pleno trabajo de dirección.
La cámara de Liefenstahl graba a un miembro
de las juventudes nazis en un plano corto.






















El triunfo de la voluntad está repleta de imponentes escenas de masas.

La directora de cine Line Riefenstahl flanqueada por
  Joseph Goebbels y Adolf Hitler.

El primer vídeo nos muestra un momento estelar de El triunfo de la voluntad, donde podemos observar al Führer en toda su plenitud, ante una multitud de jóvenes absortos ante la absorbente oratoria de su caudillo. El segundo vídeo nos muestra a Hitler realizando un encendido discurso ante una muchedumbre durante una concentración nocturna.

   

  

26 comentarios:

  1. Estupendo análisis, pero quizás habría de hacerse uno las siguientes preguntas ¿quién financió el nacionalsocialismo? ¿quién permitió que Alemania se recuperara de su derrota en la primera guerra mundial hasta el punto de convertirse en una potencia mundial capaz de alterar el concierto internacional existente? Y sobre todo la tercera y última pregunta: ¿Por qué y para qué? Quizás diera para una entrada en tu estupendo blog. Bien hallado en él. Saludos.

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    1. Me alegro que te interese, Víctor. La entrada se centra en la propaganda, ya tengo otra sobre la ideología fascista, y pronto habrá otra sobre las causas del fascismo. Ahí trataré de responder a preguntas como esas. Un abrazo y espero que tu novela vaya bien.

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    2. NacionalsocialistaNonazi11 de junio de 2014, 12:56

      En un principio lo financio el capital financiero internacional que en gran parte es judio, pero después el nacionalsocialismo intentó salir de este sistema monopoóico y eso le significo la guerra, ya que no le convino a la usura internacional. Esto está sintetizado en 2 claves, busca el discurso de hitler sobre el valor del oro y el trabajo y luego en la siguiente frase.
      "El crimen imperdonable de Alemania antes de 2 ª Guerra Mundial fue su intento de crear una economía fuera del sistema financiero mundial y crear un sistema de intercambio independiente de que el mundo financiero no podrían beneficiarse más .... Hemos matado al cerdo que tenía la enfermedad". - Winston Churchill (La Segunda Guerra Mundial - Berna, 1960)

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    3. Para entender la segunda guerra mundial necesitas entender la primara y estudiar a la familia Rothschild .. Acuérdate que había solo 4 imperios que colonizaban cada una los contienetes cercanos y los aldeanos eran E.U.http://es.wikipedia.org/wiki/Primera_Guerra_Mundial

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  2. GENIAL me ayudo muchísimo mañana tengo que entregar un trabajo practico sobre esto :) buen resumen

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  3. la tesis y la antitesis resultado la sintesis

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  4. Los norteamericanos aprendieron bien de sus maestros propagandisticos nazis desde el derrocamiento vil de Salvador Allende el miserable homicidio de Muamar Gadafi hasta la difamacion y la monstruosa idea de convertir la religion del Islam en terrorismo e inventar falzas banderas y pretextos absurdos y sin fundamento para invadir paises no cabe duda que superaron a su maestro propagandistico Nazi

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    1. Los americano no requieren de los Nazis para aprender el valor táctico de los ataques de falsas banderas. Ya empleaba estas sucias tácticas mucho antes. Recuerde la guerra contra España sobre Cuba? El hundimiento del USS Maine en 1898!

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  5. ¡Buen trabajo! Hurra!! Gracias por la info :)

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  6. ¿Podrías proporcionarme tus fuentes por favor? Gracias.

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    1. opino desde mi humildad, de lector, que las fuentes para hacer un trabajo las tienes que buscar tú, si el autor no las ha puesto creo que habría que respetarlo y además igual ha sido todo de su propia invención y por eso no las has citado, ademas para realizar un trabajo (que es lo que me da la sensacion que tienes que hacer sobre "carteleria alemana") puedes citar esta página
      aprovecho, enhorabuena, al autor, por este blog, magnífico!

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    2. No entiendo tu justificación para que no indique las fuentes. En un trabajo riguroso es necesario citarlas porque lo que dices de su propia inventiva da a entender que ha dibujado los cárteles o que se inventa los datos. Citar las fuentes no es nada malo, sino todo lo contrario.

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  7. Siempre quise encontrar el cartel de propaganda "la mamteca y la grasa engordan el acero ahora fuente al pueblo" en alusion a que se dejarian de fabricar estos productos para producir armas, pero nunca mas pude encontrarlo desde que lo vi.

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  9. Molt molt bo aquest blog, m'ha ajudat molt. Gràcies.

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  10. siusplau escriu en castella ja que això es un blog en castella no siguis mal educat. Respon en castella com a bon Catala Espanyol que ets i que jo tambè soc.

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  11. Muchas gracias, me ha servido como buena fuente de información este trabajo y me ha ayudado a entender algunos consejos. Muchas gracias y buen trabajo!

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  12. Soy el dueño de este blog. Todo el mundo me puede agradecer mi trabajo en el idioma que quiera. Yo no me siento ofendido. Hay gente que lo ha hecho en otros idiomas como el francés o el portugués, también lo pueden hacer en catalán. Gracias o todo el mundo que valora mi trabajo, gracias de veras.

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  13. Que elementos visuales forman parte de los mismos y que relación se establece entre ellos???

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  14. Muy buen trabajo, la propaganda la llevaron a todos los niveles desde lo visual hasta lo musical (quede enganchada con ella)
    Viendo estos carteles se comprende muchas cosas contextualizado a la epoca y del por que el pensar así

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  15. muy buen resuen, me ayudó mucho

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  16. Luis Manteiga Pousa28 de enero de 2023, 10:36

    El mundo es el resultado del pasado, individual y colectivamente. ¿Como sería si, por ejemplo, las madres de Hitler y Stalin hubiesen abortado? ¿O si a Hitler lo hubiesen valorado como pintor?

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