BLOG DE JOSÉ ANTONIO DONCEL DOMÍNGUEZ (I.E.S. LUIS CHAMIZO, DON BENITO, BADAJOZ)

viernes, 30 de noviembre de 2012

El castaño común europeo. El castañar de Montánchez y su transformación a lo largo del año.


Bosque de castaños en Castañar de Ibor (Cáceres). La ruta de los Castaños de la Calabaza ofrece durante el otoño
paisajes de una belleza insuperable.






El castaño pertenece a la familia de las fagáceas, igual que los robles o las hayas. Como éstos, es un árbol caducifolio que necesita un apreciable grado de humedad (más de 600 lm/2 de precipitación anual y exigencia de algunas lluvias en verano), aunque los suelos deben estar bien drenados y no encharcados. Prefieren lugares frescos y abrigados, umbrias donde es menor la evaporación, este es el caso del castañar de montanchez, del que nos vamos acupar en esta entrada. Estas exigencias de humedad hacen que en la españa mediterránea se asiente solo en zonas montañosas, como en el caso de las montañas del norte de extremadura donde abunda. Por el contrario en las zonas de clima oceánico como el norte peninsular o el oeste de Francia, puede llegar al nivel del mar.
Aparece en forma de individuos aislados o pequeños bosquetes, con frecuencia asociado a los bosques de robles melojos, ya que se extienden por las mismas zonas. También encontramos bosques grandes en los que son la especie dominante y que por lo general proceden de antiguos cultivos de castaños para obtener frutos -castañas- o madera.
Prefiere suelos silíceos como los del oeste penínsular (ver mapa de Europa) y son muy longevos, llegando a vivir cientos de años. Se trata de un árbol corpulento que puede desarrollar una copa ancha y redondeada. Supera con frecuencia los 20 metros y puede alcanzar los 35 metros. El tronco es corto y grueso en los ejemplares cultivados para obtener castañas y más largo y delgado en los árboles silvestres.
Es un árbol propio de zonas templadas del Hemisferio Norte, que con distintas especies se extiende en Asia por Japón y China y en América por el este y el sur de Estados Unidos. En Europa se desarrolla la especie Castanea sativa Mill o castaño común, que se extiende al sur, desde el Cáucaso y las costas del Mar Negro en Turquía, hasta Italia, España y Francia, los países con mayor extensión de castaño. En España está presente en la Cornisa Cantábrica, especialmente en Asturias, pero también en Galicia, Euzkadi y Navarra. En la vertiente sur de la Cordillera Cantábrica lo encontramos en los Montes de León y el Bierzo leonés. Es muy importante en las estribaciones salamantina y extremeña del Sistema Central. Más al sur aparece en Sierra como las Villuercas cacereña, y en Andalucía en la Sierra de Aracena, Ronda o Sierra Nevada. Existen pequeños bosquetes en las islas canarias y es abundante en el norte de Cataluña (Girona).






Existe una "leyenda urbana" que asegura que el castaño fue introducido en Península Ibérica por el Imperio Romano, no en vano el castaño gozaba y goza hoy de una amplia extensión por Italia y es conocido el valor que los antiguos romanos daban a su fruto, la castaña. Parece claro por los restos de polen y carbón encontrados en la Península, que su existencia en nuestras tierras en muy anterior. Lo si parece claro es que el imperio romano favoreció su expansión por todo el Mediterráneo. En todo caso el castaño estuvo siempre ligado al cultivo y la mayoría de los bosques actuales proceden de la asilvestración de cultivos abandonados a partir del siglo XVI o XVII.
Y es que el castaño siempre tuvo una explotación intensa producto del uso alimenticio de su fruto, la castaña (se presenta agrupadoa de tres en tres dentro de una cápsula endurecida y armada con espinas), empleada por los campesinos como alimento de fuerte carga energética, aunque también se utilizaba para alimentar a los animales domésticos, sobre todo cerdos. La llegada de la patata americana la desplazó de la dieta del oeste y norte español, lo que permitió el abandono de las explotaciones y el aumento de los bosques. Actualmente la castaña vuelve con fuerza, hay dulces y platos novedosos, pero la principal explotación es la maderera, favorecida por el rápido crecimiento del castaño y las características de su madera, muy valorada para fabricar muebles, entarimados de madera o instrumentos musicales -antaño era la madera más utlizada por los campesinos para fabricar su mobiliario-. En Extremadura, donde el castaño está presente en las zonas montañosas de la provincia de Cáceres a partir de los 600 metros, existen ejemplos de estos dos aprovechamientos: por un lado estaría la explotacion maderera de los castañares de Hervás, por otro los cultivos de castaños en las Villuercas, especialmente en el valle de Navezuelas.

Cultivo de Castaños en Navezuelas, Sierra de las Villuercas ( Cáceres).

El castaño ocupa hoy el 1% de la superficie arbolada española, aproximadamente unas 130.000 ha. En la actualidad está en retroceso, en parte por el desarrollo de enfermedades como la tinta del castaño y el chancro del castaño, producidas ambas por hongos, en parte también por el abandono de las actividades rurales y agrícolas.

Los castaños de la Calabaza se hayan en el término de Castañar de
 Ibor. Están entre los castaños más viejos de la Península Ibérica.

EL CASTAÑAR DE MONTÁNCHEZ

En esta entrada nos proponemos hacer un pequeño viaje por la evolución de un bosque caducifolio a través de las distintas estaciones. Los árboles de hoja caduca se asientan en zonas templadas y pierden la hoja en otoño, entre noviembre y diciembre, para volver a reverdecer a lo largo de la primavera, en abril. En nuestra tierra predominan las especies propias del bosque mediterráneo como la encina y el alcornoque, que tienen la hoja perenne. Aunque el madroño, la higuera y algunas especies de bosque de ribera nos permiten disfrutar de los colores del otoño, la desnudez del invierno o el renacer de la primavera, en general nuestros bosques y dehesas son inmunes a esos cambios. Sin embargo, nuestras montañas, con más precipitaciones y temperaturas más suaves en verano, contienen importantes bosques de especies de hoja caduca como el roble o el castaño que nos permiten disfrutar con toda intensidad de los cambios de estación. Hemos elegido el pequeño y coqueto castañar de Montánchez para observar la evolución del bosque caducifolio a través del año. Un bosque de árboles jóvenes, en el que no existen ejemplares viejos, de centenares de años, que si encontramos en otras zonas como las Villuercas -en Castañar de Ibor los Castaños de la Calabaza- o el valle del Ambroz -Castaños del Temblar en Segura de Toro-. El castañar de Montánchez se dispone longitudinalmente a lo largo de una estrecha franja boscosa de entre 200 y 400 m. de ancho y no más de 2 km. de largo, en una zona muy próxima al pueblo. Se haya situado a una altura aproximada de 800 m., en la umbría del pico Montánchez, en unas sierras donde el castaño es una excepción y donde predomina el alcornoque y el roble. Si vemos la imagen satélite de Google map observamos una mancha verde al sureste de la localidad de Montánchez, ese es el castañar.



                              
Ver mapa más grande


VERANO EN EL CASTAÑAR DE MONTÁNCHEZ

Un caluroso día de finales de julio se tomaban estas imágenes. El exceso de luz de la mediodía, marca los tonos especialmente brillantes de las fotos. Eran las 13:00 h. de la mediodía y el calor veraniego empezaba a apretar con fuerza, también en Montánchez. El termómetro del coche marcaba en torno a 3Oº de temperatura, y ese dia se superarian los 35º unas horas más tarde. El tórrido verano extremeño se nos mostraba con toda su crudeza, en cielos despejados y pastos que amarilleaban en los suelos, pero a lo lejos se veía la mancha de un verde intenso del castañar, situado en las proximidades de la población. Cuando, siguiendo la ruta establecida, entrábamos en el bosque, la umbría nos protegía del intenso sol, penetrábamos en un mundo nuevo marcado por los brillos de las hojas iluminadas y por la penumbra y el frescor que nos proporcionaba la densa arboleda.

En primer término viñas y alcornoques entre hermosos muros de piedra.
Al fondo, con un verde intenso, el bosque de castaños.
La densidad del bosque crea un microclima marcado por el frescor
 y la humedad.
Los helechos cubren los suelos del castañar.

La intensidad de la luz del mediodía veraniego contras-
ta penumbra que envuelve el interior del castañar.

EL OTOÑO EN EL CASTAÑAR DE MONTÁNCHEZ

A mediados de noviembre el bosque de castaños de Montánchez, como cualquier bosque caducifolio, se había transformado por completo. Hacía ya semanas que las lluvias del otoño habían cambiado el paisaje cercano: los pastos verdes, la hierba fresca y el musgo en los muros de piedra, nos mostraban la intensa humedad existentes en el ambiente, pero ahora el bosque de castaños se habia transformado en una llamarada de tonos ocres, amarillentos y rojizos, que suponían un deleite absoluto para nuestros ojos. A lo lejos se percibía ya la belleza del castañar otoñado, más si cabe en medio de la encantadora penumbra de un día de lluvia. Las fotos se hacen bajo una intensa lluvia, aunque no se perciba, una lluvia que disminuía al entrar en el bosque, que se convertía en un formidable paraguas y nos sobrecogía con el ruido de la lluvia sobre el dosel de hojas. En el otoño, la majestuosidad el castaño, aunque sea joven, su solemnidad y su luminosidad alcanza las máximas cotas.


En primer término, verdes prados y muros teñidos del verde del musgo.
Al fondo, el castañar de Montánchez.
La riqueza de tonos -ocres, anaranjados, rojizos y amarillentos-  invade el
bosque durante el otoño.

La inconfundible belleza y colorido del castañar durante el otoño.

Un mar de hojas cubre lo suelos del castañar en noviembre.

Entre los castaños crecen algunos alcornoques .

EL INVIERNO EN EL CASTAÑAR DE MONTÁNCHEZ

Los árboles caducifolios de clima templado como el castaño pierden sus hojas y pasan todo el invierno desprovisto de su follaje, adaptándose así a las condiciones climáticas más desfavorables de la estación. Las copas desnudas ya no protegen al caminante de las lluvias intensas o de los rayos solares. Y esto es lo más llamativo del bosque en invierno, su desnudez permite la penetración fácil de los rayos del sol y el bosque tiene un intensa luminosidad que contrasta con la penumbra de épocas más soleadas como la primavera o el verano. Es un lugar irreconocible, en el que podemos observar el cielo azul, inundados por la luz abundante de las tardes de finales de febrero. 

Al fondo, el bosque de castaños desnudo de follaje.

Desprovistos de hojas los castaños muestra mejor sus finos troncos,
 propios de los árboles jóvenes y no cultivados.
Las copas desnudas de los castaños permiten la penetración
 abundante de la luz solar durante el invierno.  

Los escasos alcornoques que crecen en el castañar dan una nota
 discordante, con su copa exhuberante, entre la desnudez de los castaños.



LA PRIMAVERA EN EL CASTAÑAR DE MONTÁNCHEZ

La primavera sienta muy bien a los castañares en particular y a los bosques caducifolios en general. Las hojas tiernas que nacen parecen devolver a los árboles a la vida después del invierno y son de un verde intenso, que brilla con fuerza a la luz de un sol primaveral. A principios de mayo recorro el castañar de Montánchez en un día apacible y soleado. La primavera ha tardado en llegar y las lluvias han sido intensas durante marzo y buena parte de abril, así que el paisaje está esplendoroso. Algunos años, si la sequía es fuerte, el campo extremeño ya en mayo nos muestra, incluso en las montañas, señales de la proximidad del estío, pero este año la hierba crece por doquier y las flores lo inundan todo. El dosel de hojas característico del bosque de castaños vuelve a imponer de nuevo y poco a poco la penumbra a los caminos del castañar, que pronto quedarán cubiertos por completo de un techo natural de verdes hojas. El castaño es más tardío a la hora de reverdecer que el roble, dominante en las umbrías de las Sierra de Montánchez, pero a principios de mayo ya está en pleno esplendor .

Al fondo el verde intenso del castañar en primavera. En primer término
los campos floridos teñidos de los más diversos tonos.
Al fondo el castañar de Montánchez. En primer término las viñas, en las
que surgen también las primeras hojas de un verde intenso.

El sol ilumina con fuerza el intenso verde de las hojas tiernas del castaño.

A principios de mayo el castañar va recobrando su frondosidad habitual.

El castañar parece volver a la vida en primavera.

jueves, 15 de noviembre de 2012

La propaganda nazi y los medios de comunicación de masas


Adolf Hitler con su ministro de propaganda, Joseph Goebbels.

LA PROPAGANDA NAZI Y EL CONTROL SOCIAL

El desarrollo de la propaganda de guerra surge con la Primera Guerra Mundial, de la mano especialmente de los británicos, que se mostraron como maestros en el uso de los medios de comunicación para mantener la fe en el triunfo final. La propaganda política nace como arma ideológica con la Revolución Rusa, el nuevo estado comunista recurrió a ésta de forma sistemática con la intención de controlar y guiar a las masas. Los nazis trataron de aunar las aportaciones de uno y otro y convirtieron la propaganda en una "nueva arma" para convencer al pueblo, para llegar a él, para imponer su visión del mundo y el Estado. Supieron utilizarla para alcanzar el poder, para aprovecharse de la crisis y las frustraciones existentes, mostrándose como salvadores de la nación en quiebra, y una vez en el gobierno, pusieron todos los medios de comunicación bajo su control y los utilizaron para dominar el Estado y controlar a las masas. Sin la propaganda sistemática y el control de los medios no se explica el crecimiento de nacionalsocialismo a lo largo de los años 20 y 30. Buscaron un enemigo y lo encontraron en los judíos y los comunistas, y sobre ellos lanzaron todo el descrédito, a la vez construyeron todo su mensaje sobre la exaltación del líder y su papel como guía o caudillo: sus discursos se transmitían por la radio, su imagen estaba omnipresente en los carteles que empapelaban las calles, en los periódicos o emisiones de cine, donde se exaltaba su carisma y los logros y conquistas conseguidos. Y en todos los medios se reproducían de forma masiva desfiles solemnes, símbolos, banderas y estandartes, que asedian al pueblo alemán casi como una obsesión. Alemania se convirtió de esa manera en una "sociedad hipnotizada". El padre de todo este mecanismo propagandístico fue Joseph Goebbels, al frente del recién creado Ministerio de Propaganda y Educación Popular. Su enorme capacidad como manipulador de la información lo convirtió en uno de los personajes fundamentales del nazismo, artífice de una incansable labor de propaganda basada en los siguientes principios:
1.  Principio de simplificación del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.
2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.”
4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5. Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión, escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.”
6. Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas.” De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público estará ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.


LA CARTELERÍA NAZI

Hasta la Primera Guerra Mundial, el cartelismo tuvo básicamente fines publicitarios y comerciales. Los carteles de guerra surgieron durante la Gran Guerra, mientras la cartelería política encontraba su momento poco después, en la nueva Unión soviética surgida de la revolución bolchevique. A lo largo del siglo XX la evolución técnica de las artes gráficas dio a la cartelería una gran relevancia y en el periodo entreguerra la propaganda política y bélica a través del cartel alcanzaría su cénit, así lo evidenció el desarrollo de la Guerra Civil española y el surgimiento de los estados fascistas. El nazismo mostró gran maestría en el uso del cartel como medio de propaganda, éste permitía llegar a gran cantidad de público sin necesidad de invertir grandes recursos. Además, correctamente situado y desarrollando el mensaje con habilidad estética y técnica, su capacidad para influir y movilizar en las masas era evidente. Así lo comprendió Goebbels, ministro de propaganda alemán, plenamente consciente del poder de la imagen. Ésta resultaba mucho más sugestiva y se grababa por mucho tiempo en la mente del espectador, especialmente en una sociedad donde el acceso a ella era muy limitado, porque la televisión no se había convertido en un medio de masas. El cartel nazi tiene un mensaje claro y un lenguaje directo, lleno de frases cortas y sencillas, pero punzantes y llamativas, que resumen la ideología nacionalsocialista o exigen del espectador un tipo de conducta comprometida. Se acompañan de una estética muy cuidada en el marco de una composición atractiva. Son carteles impactantes, rotundos en su intento de convencer, repletos de consignas que apelaban al instinto y las pasiones más que a la razón. Auténticos "gritos en la pared" que clamaban por la maldad de los judíos, la grandeza del líder, el bienestar económico generado por el nuevo régimen o el valor del trabajo en la retaguardia durante la guerra mundial. A continuación expongo una breve selección de carteles y un VIDEO con una completa selección de carteles propagandísticos del nazismo, todos ellos traducidos.



"El judío, el instigador de la guerra,
el prolongador de la guerra".
"¡Alemania es libre!"

Exaltación de los valores de la familia alemana
 y la raza aria.

Ante la ruina  y  la crisis económica de Alemania:
 "Nuestra última esperanza: Hitler"

                                     
Exaltación de la moral de guerra:
"La victoria será nuestra".
El  valor del trabajo en la retaguardia:
"Tú eres el frente"



"LA RADIO DEL PUEBLO" 

Tras su llegada al poder, el ministro de la propaganda, Joseph Goebbels, se propuso llegar con el mensaje del gobierno nazi a todos los hogares y percibió la importancia de la radio como vehículo para comunicarse con las masas, sobre todo, teniendo en cuenta que la televisión apenas existía. Tal proyecto implicaba la popularización de la radio -cada alemán debía tener un aparato- para lo que se necesitaban receptores más baratos. Y en agosto de 1933 se presentaba la Volksempfänger o Radio del Pueblo de la que se vendieron hasta el inicio de la guerra, siete millones de unidades. Durante la guerra se venderían a mitad de precio otras 1.800.000 de una versión más barata, la DKE38. Ambas estaban marcadas con un águila y una svástica.
En esta expansión de la radio influyó no solo el precio, sino también la publicidad masiva que se dió en periódicos, salas de cine y a través de carteles en las calles. Anuncios como éstos se extendieron por toda Alemania:

"Toda alemania escucha al Führer con
 la Radio del Pueblo".
"¡La radio para todas las clases!"




La Volksempfänger o Radio del Pueblo.

La primera preocupación del régimen nazi fue que todo hogar alemán tuviera una radio, la segunda que a través de ella le llegara la ideología nazi, impidiendo la extensión de postulados diferentes. Las emisoras estaban todas bajo control del régimen y además los nuevos aparatos estaban muy limitados a la hora de interceptar emisoras no alemanas -precisaban antenas especiales-. Una vez empezada la guerra se prohibió expresamente escuchar las emisiones extranjeras, lo que se castigaba con prisión. Los contenidos radiofónicos eran de una uniformidad absoluta, sometidos a los principios de la doctrina oficial. Todos los discursos del Führer fueron transmitidos por radio en un intento de llevar su palabra a todos los hogares. Se sucedian las charlas sobre el Nacionalsocialismo y se imponía la música alemana, ya fuera popular o clásica. Los compositores judíos fueron vetados y la música extranjera fue desapareciendo poco a poco de las ondas. Durante la guerra los mensajes políticos y la exaltación triunfalista del ejército alemán acrecentó el carácter propagandístico de la radio, aunque el creciente hastío de la población obligó a Goebbels a aumentar el porcentaje de la programación destinado a la música ligera y comercial.

Reparto entre la población de la  Volksempfänger o Radio del Pueblo.
Hitler escucha en la radio los resultados de las elecciones parlamentarias
 alemanas. Siempre fue consciente del poder comunicativo de este medio.

El régimen nazi también percibió las posibilidades de la TELEVISIÓN. Se hizo un esfuerzo técnico importante y se puso en marcha el primer servicio de televisión que emitía algunos días de la semana. Pero la televisión no estaba suficientemente desarrollada, los aparatos eran muy caros y solo se encontraban en sitios públicos. Por otro lado la irrupción de la guerra frenó en seco la producción de estos aparatos, aunque las emisiones continuaron hasta casi el final del conflicto.


LA PRENSA NACIONALSOCIALISTA

La prensa se convirtió desde un principio en un ingrediente más en la estructura propagandística nazi, a pesar de todo, siempre estuvo en un segundo plano respecto a medios hablados como la radio. Como ocurrió con los medios en general, la prensa cayó pronto y en su mayoría bajo el control de régimen. Muchos periódicos fueron cerrados, muchos periodistas y editores perseguidos. Aunque siempre permanecieron periódicos con cierto tono liberal como el Frankfurter Zeitung que daban cierta apariencia de pluralidad, todos ellos estaban, sin embargo, sometidos a las directrices que el Ministerio de Propaganda enviaba diariamente a sus redacciones. Con el tiempo la editora del partido nazi fue haciéndose con la propiedad de la mayoría de la prensa germana. El artífice de tal proceso fue Max Amann, que creó un enorme imperio periodístico con cientos de publicaciones y miles de empleados. Era el presidente de la Cámara de Prensa -órgano del régimen nazi para dominación de la industria editorial-, jefe del Reich para la Prensa del Partido y director de la Eher Verlang, la compañía editora del partido nazi y encargada de publicar libros, revistas y periódicos. Ella editaba las obras de Goebbels o el Mein Kampf de Hitler, y también los principales periódicos del partido, convertidos en pura prensa propagandística. Nos referimos al Völkischer Beobachter, "El observador popular", el periódico oficial del NSDAP, autodenominado "Diario de combate del Movimiento Nacionalsocialista de Alemania", o al Illustrierter Beobachter, un periódico diario ilustrado con fotografías y fotomontajes que cubría los actos de los líderes nazis. Ambos periódicos crecieron con el nazismo, por eso cuando se fundaron en los primeros años 20, su tirada no superaba unos miles de ejemplares, mientras en el año 1944 estaba por encima del millón y medio.

El Volkischer Beobachter era el periódico oficial del partido nazi.
                 
El Illustrierter Beobachter mostraba
la evolución de la guerra en imágenes.
Las fotografías del Führer inundaban
las páginas del Illustrierter Beobachter.

Ejemplo paradigmático del uso de la prensa como medio propagandístico es el periodico semanal Der Stürmer, "El atacante", que se publicó entre 1923 y 1945, centrado en la difusión de propaganda antijudía y en convencer a los alemanes de la maldad de los hebreos. Su crecimiento fue paralelo al del partido nazi y si en 1927 tan solo tenía una tirada de 27.000 ejemplares, en 1935 alcanzaba los 480.000. Su antisemitismo visceral era evidente en sus conocidas caricaturas y dibujos satíricos que atacaban y menospreciaban a los judíos y en el lema que había en la parte inferior de cada portada "Los judíos son nuestra desgracia".

La frase inferior del Der Sturmer senten-
ciaba "Los judíos son nuestra desgracia"

Las caricaturas del Der Sturmer mostra-
ban a los judíos como seres despreciables.


EL CINE COMO MEDIO DE PROPAGANDA: LA OBRA DE LINE RIEFENSTAHL.
      
El periodo entreguerras, entre 1919 y la llegada de los nazis en 1933, fue el periodo de mayor creación artistica de Alemania en muchos ámbitos, también en el cine. En el seno del cine alemán se desarrolló una corriente expresionista que produjo un gran número de obras maestras. Pero tal explosión creadora termina con el ascenso de los nazis al poder. Muchos de los cineastas escogen el camino del exilio, bien por sus ideas políticas, bien porque la censura limitaba su capacidad de creación. Es el caso de Murnau, Billy Wilder, Ernest Lubitsch, Josef Von Stemberg, Fred Zinneman, Douglas Sirk o Fritz Lang. La mayoría huyó a Estados Unidos, incorporándose a la industria de Hollywood. 
Todo esto no implicó que el nazismo diera de lado al cine, al contrario, tanto Hitler como Goebbels habían comprendido desde muy pronto su enorme capacidad para la transmisión de ideas y llegar a los ciudadanos. Con el objetivo de llevar estas intenciones a la práctica el cine alemán pasará en estos años de ser privado a estar enteramente controlado por el régimen, de forma que grandes productoras como la UFA son adquiridas por el Estado y convertidas en un engranaje más de la maquinaria propagandística nazi.
Sin embargo, esto no supuso el predominio del cine de propaganda, lo que hubiera saturado y expulsado de las salas al alemán medio, los nazis mostraron su inteligencia permitiendo el desarrollo y predominio de un cine de evasión y entretenimiento, con historias sencillas y comerciales demandadas por el pueblo. Sin embargo, ese cine debía transmitir también los valores y principios de la nueva Alemania, aunque nunca de manera explícita. Y es que el reglamento cinematográfico de febrero de 1934, no solo había introducido la censura previa, sino que obliaba a que las películas fueran realizadas por productores de raza aria y reflejan el espíritu y los valores nazis. 
El predominio del cine de evasión no impidió que hubiera una producción puramente propagandística, un cine claramente ideologizado al servicio de los intereses nazis, nos referimos a los noticiarios y documentales de guerra, que nos mostraban los avances y logros del régimen, la evolución de la guerra y las victorias del ejército alemán. Junto a estas proyecciones se hallaban películas con un carácter a veces documental  y claramente propagandístico. Es el caso, en 1940, de películas marcadamente antisemitas, como El judío Juss, film de carácter histórico, o El judío eterno, con un carácter más documental, que muestran un antijudaísmo muy agresivo, construyendo un enemigo, un judío malvado, egoísta y parásito, que solo encuentra felicidad en el dinero, siempre en abierto contraste con el prototipo de alemán, honesto y trabajador.

Cartel de la película antisemita El judío eterno.

En esta órbita propagandística estaba la obra de una íncreible directora, Line Liefenstahl, una mujer muy vinculada a determinados personajes del nazismo como Albert Speer o Rudolf Hess. Liefenstahl fue de las pocas cineastas que no se exilió y que puso todo su enorme talento al servicio del nuevo régimen, que le recompensó con todos los medios técnicos, económicos y humanos para realizar los proyectos encomendados.
Así pudo realizar dos grandes obras maestras del cine, El triunfo de la voluntad y Olympia. Ambas son películas impactantes llenas de alardes ténicos, a la vez que servían a los intereses propagandisticos del régimen. El triunfo de la voluntad se centra en la Convención del Partido celebrada en Munich en 1934, Hitler la eligió para dirigir el film documental porque le habían impresionado algunos de sus trabajos previos. El documental muestra a las masas nazis fundiéndose en una única voluntad con el Fúhrer, que evidencia su enorme capacidad como orador, su fuerte personalidad y su carisma entre las masas que le escuchan. La película exalta la figura del Führer hasta el paroxismo, masas fanatizadas y enfervorizadas que lo reverencian con su silencio respetuoso cuando habla o lo aclaman cuando llega el momento, mostrados como un todo, como una masa única, en grandes planos. Esas escenas se mezclan con primeros planos de individuos que vemos de cerca, generalmente jóvenes y satisfechos. Esa combinación y el montaje excelente favorece el dinamismo de las escenas. Se trata posiblemente del mejor documental de propaganda política de la historia y sentó las bases para la filmación de eventos masivos en la posteridad. Y junto al líder y las masas todo el estilo fascista, su iconografía y simbología: svásticas, banderas, estandartes, desfiles militares. Hoy resulta inquietante, por su exaltación del nazismo, pero también seduce desde el principio hasta el final y muestra la enorme capacidad de movilización del Partido Nacionalsocialista. De hecho, en 1935 la película fue un fenómeno de masas.
En Olimpia, Liefenstahl filma por primera vez en la historia unos juegos olímpicos, los juegos de 1936, celebrados en Alemania y que se convirtieron en una exaltación del nazismo. Elabora un gran documental, esta vez al servicio de la reivindicación de las capacidades físicas y la perfección de la raza aria, fomentando además el orgullo nacional por el éxito en las olimpiadas de 1936.

Cartel publicitario de la película
 El triunfo de la Voluntad.
Cartel publicitario de la película Olympia.


Line Liefenstahl en pleno trabajo de dirección.
La cámara de Liefenstahl graba a un miembro
de las juventudes nazis en un plano corto.






















El triunfo de la voluntad está repleta de imponentes escenas de masas.

La directora de cine Line Riefenstahl flanqueada por
  Joseph Goebbels y Adolf Hitler.

El primer vídeo nos muestra un momento estelar de El triunfo de la voluntad, donde podemos observar al Führer en toda su plenitud, ante una multitud de jóvenes absortos ante la absorbente oratoria de su caudillo. El segundo vídeo nos muestra a Hitler realizando un encendido discurso ante una muchedumbre durante una concentración nocturna.