BLOG DE JOSÉ ANTONIO DONCEL DOMÍNGUEZ (I.E.S. LUIS CHAMIZO, DON BENITO, BADAJOZ)

miércoles, 30 de abril de 2014

El pólder: la lucha de los Países Bajos frente al mar.

Los molinos de kinderdijk son Patrimonio de la Humanidad.

"Dios creo el mundo, pero fueron los holandeses los que crearon Holanda" 
Proverbio holandés.
"Cuando sopla el viento unos corren a esconderse y otros se ponen a construir molinos". 
Proverbio chino.

Los Países Bajos frente al mar

Conocido en todo el mundo como Holanda, que en realidad solo es una región, el nombre oficial del país es el de Países Bajos. Como su propio nombre indica estamos ante un país llano y muy uniforme en el que no existen montañas y en el que las elevaciones no pasan de ser pequeñas colinas o dunas costeras que históricamente han servido como protectores naturales frente al mar embravecido. Y es que el litoral holandés coincide en buena parte con la desembocadura de tres de los grandes ríos centroeuropeos, el Rhin, el Mosa y el Escalda, y tan solo en el sureste, en la confluencia con Bélgica y Alemania, encontramos terrenos situados a 200 o incluso 300 metros de altura sobre el nivel del mar, nos referimos a la provincia de Limburgo, en la que se sitúa la célebre ciudad de Maastricht, conocida por el tratado homónimo.
Se trata de un país pequeño, con una extensión similar a la de Extremadura y un total de 41.526 km cuadrados de superficie. Sin embargo, nos encontramos ante uno de los paises más poblados del mundo, que soporta una densidad de población de 404 hab/km2 y cuenta con casi 17 millones de personas. A pesar de su tamaño, es también una enorme potencia agrícola que se ha convertido en el tercer exportador agrícola del mundo, después de Francia y Estados Unidos -exporta el 75 % de su producción-. Su agricultura, tecnificada e intensiva, es un sector clave en su economía, estando basada en la producción hortofrutícola, de flores, árboles, champiñones, fruta y verdura, y una impresinante ganadería bovina lechera.

Agricultura intensiva en los pólderes de Flevoland.
La propia existencia de Holanda, así como su imponente desarrollo agrícola, no se entienden sin la denodada lucha de los holandeses frente al mar y sus enormes esfuerzos por arrebatarle a éste cada palmo de terreno. Tierras a las que llaman pólderes y que se hallan situadas a nivel del mar o por debajo de éste, sometidas al embite de las olas y las mareas. En la actualidad, los pólderes suponen más de una cuarta parte del territorio holandés, e incluyen muchas de las tierras más ricas y productivas del pais. Pero además, los diques y obras de ingeniería desarrolladas junto a los pólderes han permitdo domesticar un mar que históricamente ha sometido a los Países Bajos a continuas y recurrentes inundaciones. Unas catástrofes que han sido especialmente letales por la alta densidad de población del país. Precisamente, el hecho de que los Países Bajos hayan sido, y aún sean, una de las zonas más densamente habitadas de Europa y del mundo, acrecentó históricamente el problema de la falta de tierra, generando una necesidad crónica de espacio y terrenos agrícolas. 

Pólder de Wieringermeer. El dique separa las tierras cultivadas,
 por debajo del nivel del mar, de las aguas del lago Ijsselmer.

Se han construido pólderes en muchos lugares de Europa, como el norte de Francia, Alemania o Inglaterra, e incluso en Lituania, Polonia o Italia y países de otros continentes como Canadá, India, Corea del Sur y Japón. Sin embargo, es en Flandes -Bélgica- y sobre todo en los Países Bajos, donde se hallan la mayoría. Holanda cuenta con la mitad de la extensión europea de pólderes, unos tres mil en total, que representan el 27 por ciento de la superficie del país, de hecho, la propia ciudad de Amsterdam está construida en su mayoría sobre un viejo pólder. En la actualidad los Países Bajos han arrebatado al mar un total de 7.200 km cuadrados, todos ellos territorios situados al nivel del mar o por debajo de éste.
La batalla de los holandeses frente al mar viene de lejos. Ya en época del Imperio Romano se habían construido muros de contención y barreras frente a las mareas. Por entonces, los frisios asentaban sus poblaciones sobre montículos artificiales de más de 10 metros de altura denominados "terpen", lo que ponía a sus habitantes al abrigo de las crecidas del nivel del mar.

Dos vistas del Terpen de Hoogebeintum en Friesland (Países Bajos).
Los primeros intentos de drenar suelos inundados y crear pólderes se desarrollan a partir del siglo XII -durante la Edad Media- en la región de Flandes, aunque pronto los holandeses demostraron ser los auténticos maestros al respecto. Se construían diques de tierra para mantener el mar a raya y se erigían molinos de viento para bombear el agua y drenar lagos poco profundos, pantanos y riberas de ríos. Esos molinos, auténticas maravillas de la tecnología hidráulica, habían sido traídos por los cruzados de Asia y los holandeses los construyeron en gran número.
El uso sistemático de molinos para transformar espacios lacustres en pólderes alcanza su pleno desarrollo en el siglo XVII, a partir de la obra de ingenieros hidráulicos como Jan Adriaensz Leeghwater, que aplica sus ideas en el drenaje del lago Beemster, situado al norte de Amsterdam. Utilizando 42 molinos, entre 1607 y 1612, consiguió desecar un lago que estaba a 3,5 metros por debajo del nivel del mar. Se creó un espacio agrícola organizado sobre una división y parcelación del terreno muy regularizada, respondiendo en el diseño y trazado del paisaje a los ideales de la Antigüedad y el Renacimiento. Hoy el pólder de Beemster ostenta el titulo de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, gracias a que su estructura original ha permanecido intacta.
A partir de 1800, con el desarrollo de la Primera revolución industrial, los molinos de viento son desplazados por las estaciones de bombeo a vapor. Y en el siglo XX éstas serían sustituidas por motores diesel y estaciones de bombeo eléctricas.

Molinos y canales en el pólder de Beemster, declarado
 Patrimonio de la Humanidad. por la UNESCO.
La ingente labor desarrollada durante tantos siglos no pudo evitar que Holanda se viera periódicamente afectada por terribles temporales, como los acontecidos en 1421 en el suroeste del país, que provocaban inundaciones enormes al coincidir con los periodos de mareas más altas. Esta situaciones eran especialmente frecuentes en el Mar del sur o Zuiderzee, una entrada del Mar del Norte de 50 km ancho y más de 100 km de largo que se internaba tierra adentro en el corazón del país. Su profundidad no superaba los 5 metros y cubría una superficie de 5000 km cuadrados. Tras las terribles inundaciones de 1916, que afectaron sobre todo a la provincia de Noord-Holland, el parlamento holandés dio vía libre al proyecto que el ingeniero y ministro Cornelius Lely había ideado para domar el Zuiderzee.
De esta forma, en 1927 se iniciaba la construcción del más ambicioso plan para frenar las inundaciones en la zona, a la vez que se ganaban inmensos territorios al mar. Se trataba de construir una enorme dique, el Afsluitdijk o dique cerrador, de 30 km de largo y 90 m de ancho, que dividiría el peligroso Mar del Sur o Zuiderzee en dos partes, un mar abierto y de agua salada que pasaba a forma parte del Waddenzee o Mar de Frisia, y otro, un lago inmenso o Ijsselmeer, de agua dulce. El dique estaba terminado en 1932, tras cinco años de trabajo, y en 1933 se inauguraba la carretera que discurre sobre él. El nuevo lago se convertía en la base de los pólderes más grandes del mundo, que ocupaban un total de 1.500 km cuadrados de superficie: el Noordoostpolder(1942), el Oostelijk Flevoland (1957) y el Zuidelijk Flevoland (1968). A ellos habría que añadir el pólder Wieringermeer, que quedaría en los márgenes del lago, pero que había sido construido antes del gran dique cerrador.

Autovía sobre el Afsluitdijk, el gran dique que cierra el Ijsselmer.

El Afsluitdijk separa el Waddenzee del Ijsselmeer. En el entorno de este lago, los grandes pólderes visibles en la
 imagen satélite por los tonos rosados (Noordoostpolder, Oostelijk Flevoland, Zuidelijk Flevoland y Wieringermeer).
Vista satélite de los pólderes de Flevoland, en el Ijsselmeer.
El proyecto del Zuiderzee se convirtió en el simbolo de la capacidad de los holandeses para modelar el paisaje y dominar las fuerzas de la naturaleza. Sin embargo, y a pesar de todo, la naturaleza volvió a golpear con dureza a los Países Bajos en 1953, esta vez en las tierras bajas del suroeste del país, en la región de Zelanda: las inundaciones costaron la vida a casi dos mil personas y dejaron sin hogar a medio millón, destruyendo cientos de granjas. Un desastre que demostró la vulnerabilidad del país, pero que lejos de hundir a los holandeses, les permitió levantarse y mejorar las infraestructuras para minimizar los efectos de las tormentas devastadoras. Ese mismo año se emprendió la puesta en marcha del llamado Plan Delta, un proyecto que pretendía controlar los efectos del aumento del nivel del mar provocado por las grandes tempestades y evitar nuevas inundaciones. Se articulaba sobre la construcción de un sistema de grandes diques, entre los que destacaban dos obras maestras de la ingeniería: el Oosterscheldeking y el Maeslantkering. El Oosterscheldekering es la mayor barrera construida por el hombre, con 3 km, y  cuenta con 65 grandes pilares de hormigón, entre los que hay 62 compuertas de acero, abiertas para el paso del agua, pero que se cierran en una hora frente a los temporales. Más al norte, el Maeslantkering es la única barrera marina con piezas móviles, se trata de un dique móvil con dos grandes puertas que miden 240 metros y se abren al paso de los grandes barcos. Está construida en el canal de acceso al puerto de Rotterdam, el mayor de Europa, y lo protege de inundaciones y crecidas. Dos inmensos alardes técnicos que hablan por sí solos de la capacidad técnica y mental de los holandeses.
Este no será tampoco el final, porque hoy Holanda tiene proyectos de completar el país ganando los territorios bajo el Waddenzee, las islas frisias occidentales se unirían entonces para formar una barrera continua (Ver vista satélites anteriores).

Diques construidos en la región de Zelanda y el área de Rotterdam
 como parte del Plan Delta para evitar las inundaciones en la zona.
La región de Zelanda desde satélite. Son visibles los diques construidos.
El Oosterscheldekering es la mayor barrera jamás construida (3 km.).
Tiene 65 pilares de hormigón unidos por compuertas de acero.
El Maeslantkering es el único dique móvil existente. Al abrirse
 permite el paso de los buques hacia el puerto de Rotterdam.

¿Cómo se construye un polder?

Polder de kamerik, cerca de Utrecht (Paises Bajos).

La construcción de un polder exige la elección de una zona apropiada. Hablamos de un área deprimida, hundida y cubierta por las aguas del mar -siempre con poca profundidad- ya sea de forma permanente o temporalmente, cuando la marea es alta. En ocasiones los pólderes se desarrollan también en zonas inundables de los márgenes de los ríos o lagos y en las ciénagas, cuya superficie debe ser desecada. Hay que construir un dique que aisle el área. Este suele estar construido con los materiales disponibles en la zona, tierra y arena, aunque en la actualidad pueden estar cubiertos o creados por entero de cemento. El agua de la zona se bombea entonces hasta el mar, algo que históricamente se hizo con molinos de viento y que en el presente hacen las bombas hidráulicas. El agua bombeada es conducida por una red de canales que sirven para drenar las aguas de lluvias y evitar el encenagamiento de los suelos. La necesidad de un drenaje se acrecienta con el tiempo, porque la tierra desecada mengua y el nivel del suelo baja respecto al mar. 
Se plantan después plantas tolerantes a la sal como el carrizo (Ammophila arenaria) que ayudan a absorber la sal del suelo. En cinco años el suelo del pólder está preparado, estonces se aplana y se nivela, pudiéndose usar, debido a su elevada fertilidad, en usos agricolas y ganaderos. Se suele olvidar, sin embargo, que una parte de su superficie se destina también a usos urbanos e infraestructuras de comunicación.

Imagen 1
Imagen 2.





Imagen 1 y 2.
Del primer al tercer año. Construcción del dique alrededor del área elegida, aislándola del mar. Se instalan bombas hidraúlicas -en la antigüedad molinos- que a partir de un sistema de canales drenan el área del polder, bombeando el agua hacia el exterior. El nivel del agua va bajando y aparece el lodo. El suelo resulta demasiado salobre para la mayoría de las plantas pero la lluvia va lavando poco a poco las sales. Algunas plantas especialmente adaptadas a dicho medio empiezan a colonizar el lodo de forma natural


Imagen 3.


Imagen 3.
Del cuarto al sexto año. Se plantan semillas de juncos perennes desde un avión. Las plantas ayudan a fijar el suelo y generan una densa cubierta vegetal que extrae gran cantidad de agua a través de sus raíces, contribuyendo a desecar el polder.




Imagen 5.

Imagen 4 y 5.
Séptimo año. Se quema el lecho de juncos. El suelo ya es suficientemente firme y el lodo ha desaparecido. Se labra la tierra con maquinaria agrícola y la acción de los arados arranca las raíces de los juncos y la mezcla con las cenizas, fertilizando aún más una tierra ya de por sí rica y densa. El sistema de canales y bombas seguirá drenando el suelo, evitando así su encharcamiento por filtraciones subterráneas o por agua de lluvia.
Imagen 5.
El polder está listo para ser cultivado. El primer cultivo suele ser de semillas de colza. Más tarde se planta trigo, tubérculos o vegetales y se ponen a pastar vacas lecheras. En 15 años una tierra que estuvo a varios metros bajo el nivel del mar, parece haber sido cultivada desde hace siglos.








Un pólder en el corazón de Holanda.
 El Noordoostpolder

El enorme potencial agrícola de los países Bajos, basado en una agricultura intensiva y moderna, encuentra su máximo exponente en los pólderes. Y el paradigma de éstos es el Noordoostpolder (Polder del Noreste), que se halla en la provincia de Flevoland. En primer lugar, habría que destacar su gran tamaño: situado a 3 metros por debajo del nivel del mar, cuenta con una superficie de 460 km cuadrados (casi 48.000 hectáreas).
En segundo lugar, hay que destacar que el Noordoostpolder es el resultado del mayor proyecto desarrollado por Holanda en su intento por domar las fuerzas del mar y extraer tierras de su litoral. Nos referimos al proyecto desarrollado en el Zuiderzee, Mar del Sur, una ensenada poco profunda del Mar del Norte, al que ya hemos hecho referencia: la construcción del gran dique de Afsluitdijk permitió dividir dicho mar en dos zonas, por un lado el Mar de Frisia o Waddenzee al norte de la presa y el nuevo lago cerrado de agua dulce, el Ijsselmeer. Cerrado el dique en 1933 se inició el drenaje y construcción de varios pólderes, el primero de los cuáles fue el Noordoostpolder, que fue terminado en 1942.


Por otro lado, el Noordoostpolder es todo un ejemplo en el desarrollo agrícola de los Países Bajos. La inmensa mayoría de su territorio está dedicado a una agricultura moderna e intensiva que explota con éxito el cultivo del gran símbolo de los Países Bajos, el tulipán. En Holanda se concentra buena parte de la producción mundial de esta flor, a cuyo cultivo se dedican más de 10.000 hectáreas, la mayoría en el Noordoostpolder. El tulipán es una especie que se ha adaptado muy bien al clima de Holanda, son plantas que requieren un bajo nivel de iluminación, resisten bien las bajas temperaturas y son sensibles al calor. Requieren suelos con mucha humedad pero a la vez bien drenados, dos condiciones que encontramos en las tierras de los pólderes.
Su origen se localiza en el área mediterranea y el nordeste asiático, aunque la mayoría de las variedades culivadas proceden de las montañas del norte de Turquía, Cáucaso, Persia y Turdestán. De hecho, el término "tulipán" deriva de la palabra turca "dulban" o turbante, haciendo referencia a la similitud entre la forma de la flor y el turbante. Fue introducido desde Asia Menor en Holanda por el botánico flamenco del siglo XVI, Carolus Clusius, padre de la horticultura y fundador en Leiden de uno de los primeros jardines botánicos del mundo. Precisamente en las cercanías de Leiden se halla el mayor parque de flores del mundo, el de Keukenhof, en el que el tulipán es el auténtico rey.
Hoy los campos de tulipanes del Noordoostpolder se han covertido en un encanto para la vista y las cámaras fotográficas de cientos de miles de turistas que visitan la zona al inicio de la primavera, entre marzo y mayo, momento en que florecen los tulipanes.

Molinos y tulipanes en el Noordoostpolder, el estereotipo de Holanda.
El Noordoostpolder concentra buena parte de la producción
 nacional de tulipanes.
En primavera, con el florecer de los tulipanes, las tierras del Noor-
doostpolder 
estallan en una increíble explosión de tonos y colores.
Desde el aire, la belleza de los campos de tulipanes florecidos se
 percibe en todo su explendor.

Como en el caso de otros pólderes, el Noordoostpolder es fruto de una rigurosa planificación, que dedica la mayoría del suelo a usos agrícolas, pero que utiliza parte de éste para usos urbanos e infraestructuras, especialmente carreteras y canales de drenaje de todos los tamaños que inundan el paísaje y ayudan a darle un marcado tinte regular y geométrico. Se trata de un espacio altamente planificado y humanizado, cuyo simbolo de antaño fueron los viejos molinos de viento y hoy son los nuevos aerogeneradores eólicos, que dan al paisaje un mayor grado de humanización. Al margen de los campos agrícolas, en el pólder existen núcleos urbanos en los que viven más de 46.000 personas (datos de 2014).  En el puro centro geográfico se haya la principal localidad, Emmerlord, fundada en 1943, concebida como centro administrativo y de servicios, allí convergen los tres grandes canales que drenan el agua del pólder y la conducen hacia sus limites exteriores. Entre 1949 y 1953 se fundaron las otras diez poblaciones existentes. A ellas habría que añadir la ciudad de Urk, enclavada en un extremo del pólder y que se sitúa en una antigua isla, que ha dejado de serlo con la construcción de éste. Ese fue el caso también de otra isla, la de Schokland, ahora abandonada y convertida en un museo, y cuyo pueblo desierto da nombre a la capital del pólder.

Vista de satélite del Noordoostpolder.
El planeamiento del Noordoostpolder tiende a la geometría, con
 un paisaje articulado sobre un sinfín de canales de drenaje.
La apuesta de Holanda por las energías renovables tiene su
reflejo en el proyecto eólico noordoostpolder.
Granjas agrícolas en el Noordoostpolder.
Vista de Emmerlord, centro administrativo del Noordoostpolder.
La ciudad de Urk era una isla que dejó de serlo con la construcción
 del Noordoostpolder. Su puerto y casco viejo rezuman tradición.