BLOG DE JOSÉ ANTONIO DONCEL DOMÍNGUEZ (I.E.S. LUIS CHAMIZO, DON BENITO, BADAJOZ)

sábado, 18 de febrero de 2017

Comentario de un paisaje rural o agrario







¿Qué es un paisaje rural?

Un PAISAJE RURAL es un espacio natural  que se ha visto modificado por la actividad del ser humano. El ser humano se ha asentado y ha poblado el territorio, a la vez que ha explotado los recursos que este le ofrecía, transformándolo en mayor o menor medida.

Pasos a seguir para comentar un paisaje rural

1. Localización
Indicar si se trata de un paisaje de interior o de costa, si es de llanura o de montaña. Si es posible, se intentará señalar la región o comarca concreta, e incluso el lugar específico.

2. El medio natural

- Valorar el grado de humanización del paisaje (si predominan los aspectos naturales o los derivados de la acción del hombre, si es o no un espacio profundamente humanizado y transformado).
- Valorar el relieve, el roquedo y los suelos, teniendo en cuenta si es un paisaje de llanura o de montaña. Si existen grandes elevaciones con pendiente pronunciada, colinas, valles, si se trata de un paisaje de campiña o vega. Hay que tener en cuenta el modelado: si encontramos páramos o cerros testigos típicos de la zonas arcillosas, relieves cársticos (dolinas, cañones, etc.) o relieves de zonas silíceas (afloraciones de pizarra, berrocales graníticos). Los suelos arcillosos nos muestran un tono rojizo y las tierras calizas tienen un tono blanquecino. En Canarias los suelos son volcánicos.
- En relación con el relieve, comentar las aguas (ríos, lagunas, acuíferos) y como determinan el paisaje. Señalar, por ejemplo por donde discurren los ríos y, si podemos, hablar de sus características y régimen, observando la vegetación de ribera. A veces la inexistencia de agua en la zona, a la vez que la existencia de una potente agricultura de regadío con invernaderos, nos deriva hacia la existencia de acuíferos.
- Analizar la vegetación natural existente. Señalar si ocupa mucho o poco espacio, especificando las zonas por las que se extiende (zonas elevadas, valles o márgenes de ríos, etc.), distinguir si predomina el bosque o el matorral y señalar las especies que predominan (robles o hayas oceánicos, encinas o alcornoques mediterráneos o bosques de repoblación con pinos o eucaliptos).
- El clima (temperaturas, precipitaciones, grado de aridez) se deduce a partir de la vegetación natural existente y del tipo de cultivo, aunque también nos dan información las aguas y las construcciones humanas. Por ejemplo, si observo matorral mediterráneo y bosques de encina o pinos, con un ambiente seco debido al estiaje y la escasez de lluvias, y donde predominan el olivo o el cereal, está claro que estamos ante un paisaje mediterráneo, que casi seguro es de interior si no aparece la huerta costera.

3. El  hábitat rural y el poblamiento

- Distinguir el núcleo o núcleos de poblamiento existentes y localizarlos en el paisaje.
- Señalar  el tipo de hábitat: disperso, cuando las viviendas están diseminadas y aisladas en el campo, disperso intercalar (intermedio) cuando la distribución es mixta, con uno o varios pequeños núcleos y cierta cantidad de población dispersa por el territorio cercano. Puede ser un hábitat concentrado, cuando las viviendas se concentran en un único núcleo. Si es concentrado, señalar el tamaño, si se trata de grandes poblaciones (más típicas del sur de España) o pequeñas (más típicas de Castilla y León), algo que no podemos deducir solo por la extensión de la localidad, sino también por la altura de los edificios. Señalar también si es concentrado lineal (dispuesto en torno a una vía central) o concentrado apiñado (agrupado en torno a un núcleo central), y  en este último caso si es regular o irregular.
- Marcar la posible evolución de dichos núcleos, si se les ve decadentes y con tendencia al abandono, o si resultan dinámicos (el estado de las edificaciones y su antigüedad suelen dar pistas al respecto). En el caso de los núcleos dinámicos, habría que señalar la aparición de nuevas formas de poblamiento como urbanizaciones o segundas residencias, ligadas a la población del mundo urbano, ya sea por las necesidades de ocio o por la expansión urbana de ciudades cercanas).
- Hay que señalar las características de la casa rural que nos encontramos:
- Definir si predomina la casa tradicional o moderna. El  material de construcción es difícil de ver a través de las fotos, por lo que no resulta especialmente definitorio en el análisis del hábitat. Por otro lado, en la mayoría de las localidades los hogares han sufrido frecuentemente muchas reformas y además en muchos casos predominan los de reciente construcción, sin que se haya tenido en cuenta la arquitectura tradicional. Pero en todo caso, en muchos pueblos pervive la casa rural típica, que puede ser de barro con paja (tapial o adobe), típica de los pueblos de buena parte de Castilla, Extremadura o Andalucía, aunque en una foto es difícilmente distinguible de las nuevas construcciones de ladrillo, ya que ambas están lucidas. Las casas de madera entramada (troncos de madera combinados con tapial) eran frecuentes en zonas de Castilla y León, en el País Vasco (caserío vasco) o en zonas de montaña, y las casas de piedra existe en algunas zonas de Castilla y León o en Cataluña (masía catalana).
- Hay que diferenciar el tipo de casa por el plano: hay una casa bloque (todas las dependencias bajo el mismo techo: almacén, granero, establo, vivienda) generalmente con varios pisos, por ejemplo el caserío vasco o la casona cántabra o asturiana. La casa compuesta tiene varios edificios, (vivienda, almacén, establos, hórreos, pajares), con un patio interior o cerrado. Un ejemplo es la masía catalana o el cortijo  andaluz.
- Hay detalles en las casas que también ayudan a identificar el paisaje.
·         En el norte, los tejados son a dos aguas bastante pronunciadas y con frecuencia con voladizo (un ejemplo el caserío vasco), mientras en las mesetas, Andalucía o Cataluña son a dos aguas pero menos pronunciadas que en el norte. En las zonas con menor pluviosidad, como algunas zonas de la costa sureste español o Canarias, podemos encontrar a veces un techo plano y en terraza.
·         Los tonos y colores dominantes en la arquitectura varían con la geografía. Conforme avanzamos hacia el sur desde la Meseta Norte, los pueblos van siendo más blancos, algo especialmente evidente en Andalucía. En Castilla y León los pueblos tienen tonos más ocres.
- Analizar las infraestructuras, carreteras, la red de caminos existentes, obras hidráulicas como canales o acequias, las naves o almacenes.

4. La estructura agraria

- Establecer el tamaño de las explotaciones (latifundio o gran propiedad, minifundio o pequeña propiedad, mediana propiedad) y el grado de concentración parcelaria (algo no visible, aunque cuando el minifundismo sea muy marcado suele ir acompañado de dispersión parcelaria). En todo caso, hay que concluir que cuando las parcelas son muy pequeñas es evidente la existencia de minifundio y de dispersión parcelaria.
- Definir la forma de las parcelas, bien regulares o irregulares.
- Señalar los límites entre las distintas parcelas, distinguiendo entre openfield o campos abiertos (no existe separación física entre las parcelas), y bocage o campos cerrados (existe una separación física entre las parcelas), indicando el tipo de separación existente (setos, muros de piedra o vallas).

5. Los usos agrarios

- Identificar los cultivos existentes (cereales, vid, olivar, frutales, productos hortofrutícolas, etc.),  reseñando si los cultivos son o no arbóreos (frutales, olivo, etc.).
- Indicar si predominan o no los usos ganaderos (prados o pastizales) o también explotaciones forestales (observar las posibles repoblaciones de pino y eucalipto).
- Señalar si son de secano o de regadío (observar las infraestructuras de canales, acequias, etc.), y en este último caso, si hay invernaderos.
- Señalar la combinación de cultivos (monocultivo o policultivo). En virtud de esto, señalar la tendencia al autoconsumo o la vinculación al mercado.
- Indicar el sistema de explotación: si se trata de explotaciones extensivas o intensivas y en función de ello, deducir si hay buenos rendimientos e inversiones en tecnología, mecanización, fertilizantes, abonos, etc. En el caso de la ganadería si es a diente o está estabulada.

6. Otros usos del suelo

Indicar otros usos del suelo relacionados con los ámbitos residenciales, turísticos o industriales (urbanizaciones residenciales o turísticas, naves y polígonos industriales).

7.  Problemática del espacio

- Valorar la rentabilidad de la agricultura descrita, teniendo en cuenta algunos factores:
·         Por la estructura de la propiedad, así el minifundismo y la dispersión parcelaria no son rentables. Aunque la pequeña parcela en regadío intensivo si puede serlo.
·         El tipo de cultivo influye en la rentabilidad. Son especialmente rentables los cultivos de regadío intensivos (hortofrutícolas), mientras el cereal de secano, la ganadería extensiva del sur o la ganadería vacuna y láctea del norte tienen cada vez más problemas. En este sentido, hay que tener en cuenta la influencia de la PAC.
- Valorar el grado de aislamiento y la escasez o no de equipamientos del medio rural descrito. En relación a ello, el éxodo rural y el envejecimiento de la población, algo visible a través del hábitat rural.
- Señalar problemas medioambientales: la desforestación con pendiente excesiva produce mucha erosión, aridez, problemas derivados del exceso de urbanización, de la abusiva explotación de acuíferos, la excesiva contaminación de aguas por el uso de fertilizantes o curas (ligado a los invernaderos y regadío).
- Posibilidades para el futuro: nuevas posibilidades para el desarrollo del espacio rural (mejora de infraestructuras, fomento de otros sectores como la industria o los servicios, fomento del turismo rural o turismo verde, algo directamente relacionado con la belleza y el grado de conservación o destrucción del paisaje).

Ejemplos comentados

Paisaje de la cornisa cantábrica (Cantabria).
Fuente: www.areavan.com

Nos encontramos ante un paisaje rural, un espacio natural que se ha visto modificado por la actividad del ser humano. El ser humano se ha asentado y ha poblado el territorio, a la vez que ha explotado los recursos que este le ofrece.

1. Localización:

Se trata de un paisaje de interior situado en un área montañosa que con toda seguridad podemos ubicar en las montañas de Galicia o de la cornisa cantábrica (Asturias o Cantabria). Dentro de estas zonas nos decantamos, sin embargo, por Cantabria.

2. El medio natural:

El paisaje ha sufrido un grado humanización importante, aunque perviven extensas zonas en estado natural, visibles por la existencia de zonas de bosque y matorral, especialmente en las áreas más elevadas de las montañas.
Como ya hemos comentado, es un paisaje de montaña situada a apreciable altura, con laderas pronunciadas y valles que nacen en las zonas altas y surcan las laderas. Por la forma y los tonos blanquecinos de la roca de la parte alta de las montañas, deducimos que estamos ante un roquedo calizo, lo que nos conduce a la parte occidental de la cornisa cantábrica (Cantabria).
Aunque no se ven los ríos, se deduce su existencia por las hendiduras que crean sus valles. Estamos ante ríos con régimen pluvio-nival por su carácter de montaña. Son ríos con corrientes rápidas derivadas de la pendiente, que se hallan cerca de su nacimiento, por la altitud a la que nos encontramos. El paisaje húmedo y de montaña nos conduce a una elevada precipitación, por lo que nos encontramos ante ríos caudalosos cuyo régimen no sufre en la sequía estival.
El clima es oceánico, con temperaturas suaves todo el año, aunque en este caso, por su carácter montañoso, debe de tener un invierno frío y con importantes nevadas. Las precipitaciones deben ser muy abundantes y regulares, sin estiaje en verano.
Una abundante vegetación natural pervive entre los prados. Es una vegetación de bosque caducifolio atlántico, con hayas, robles, castaños o avellanos, que en las zonas altas se ve sustituida (lo vemos en la foto) por un sotobosque de landas (brezos).

3. El hábitat rural y el poblamiento:

Estamos ante un tipo de hábitat totalmente disperso, típico de la montaña cantábrica,  formado por viviendas diseminadas y aisladas en el campo. Posiblemente formen parte de un municipio, cuyo núcleo principal no esté muy lejos, quizás a cotas de altitud un poco más bajas. Apenas quedan casas tradicionales (la casona cántabra era una casa bloque con dos pisos y de piedra) y la mayoría de las viviendas son de nueva construcción, lo que demuestra la enorme transformación sufrida por el medio rural español con el desarrollo de las últimas décadas. A pesar del buen estado de muchas edificaciones y su carácter moderno, suponemos que estamos ante un espacio rural poco dinámico (aunque no en situación de abandono) algo que se deduce de su difícil situación geográfica y del tipo de usos del suelo (la ganadería del norte está en decadencia).
Existen caminos que comunican las viviendas dispersas, siendo perceptibles que dichos caminos están en su mayoría asfaltados, lo que permite un mejor acceso. A pesar de todo, se deduce por la topografía del relieve un cierto aislamiento del territorio, limitado solo en parte por las infraestructuras que hemos comentado.

4. La estructura agraria:

Observando el tamaño de las explotaciones, existe un claro minifundismo formado por pequeñas explotaciones que suelen estar formadas por varias parcelas (dispersión parcelaria). Se trata de parcelas irregulares. Existe en general una separación física entre las parcelas, a veces con muros, otras con vegetación, por lo que estamos ante campos cerrados o bocage.

5. Los usos agrarios:

Los usos son esencialmente ganaderos, con el predominio absoluto de prados típicos del clima océanico, donde se desarrolla una tradicional ganadería vacuna de carne y leche, hoy claramente vinculada al mercado. Es un tipo de ganadería a diente, que pasta en el ambiente natural. En las tierras más ricas de los valles cercanos es muy posible que haya cultivos típicos de la zona como maíz, patata o plantas forrajeras, en los que hasta no hace mucho era frecuente el policultivo para autoconsumo, algo que todavía pervive. Es una agricultura poco productiva y con escaso desarrollo de la mecanización, limitada por el relieve montañoso y lo reducido de las parcelas.
La explotación forestal se deduce de las plantaciones de eucaliptos visibles entre el bosque atlántico y que tanto han proliferado en las últimas décadas en el norte de España. Son especies no autóctonas y que empobrecen el suelo, pero que por su rápido crecimiento permiten un óptimo aprovechamiento forestal.

6. Otros usos del suelo: No existen otros usos más allá de los agroganaderos, debido al hecho de ser una zona montañosa y de cierto aislamiento.

7.  Problemática del espacio:

- Se trata de una zona cuya economía depende demasiado de una agricultura poco competitiva: por un lado, por la existencia de una estructura de la propiedad minifundista no rentable que además impide la mecanización. Por otro lado, la ganadería bovina de leche y carne se haya en clara crisis, debido a la influencia de la PAC, ya que sus productos son excedentarios en Europa y los cupos limitan mucho la producción. Se promocionan las granjas intensivas estabuladas y la reducción de la producción, lo que hace mucho daño a la ganadería tradicional de la cornisa cantábrica.
- Este hecho y el indudable aislamiento que crea el marco físico montañoso, nos hacen pensar en una zona con crecientes problemas de envejecimiento y despoblación.
- Sin embargo, la zona goza de una buena situación medioambiental: la vegetación natural pervive en muchas zonas y protege los suelos de la erosión, la aridez no existe por la existencia de un clima húmedo y la existencia de una agricultura tradicional que apenas usa pesticidas o fertilizantes evita los riesgos de contaminación.
- El futuro de esta zona pasaría por la mejora de las infraestructuras de comunicación y transporte y por la explotación de su riqueza natural (medioambiental y paisajística) a través del turismo natural y rural (casas rurales, agroturismo, turismo deportivo, senderismo, etc.) o el desarrollo de talleres artesanales ligados a los productos locales (trabajo de la madera o derivados lácteos como el queso). En este sentido, cualquier iniciativa tendría un apoyo importante por parte de la Unión Europea y sus políticas de desarrollo rural.

Paisaje de La Mancha (Belmonte, Cuenca).
Fuente: www,belmonte.es
Nos encontramos ante un paisaje rural, un espacio natural que se ha visto modificado por la actividad del ser humano. El ser humano se ha asentado y ha poblado el territorio, a la vez que ha explotado los recursos que este le ofrece.

1. Localización:

Se trata de un paisaje de llanura situado en el interior de España, que podría estar localizado en cualquiera de las dos mesetas o en las depresiones del Ebro o del Guadalquivir. Dentro de estas zonas nos decantamos por la submeseta Sur y en concreto por La Mancha.

2. El medio natural:

El paisaje ha sufrido un grado humanización muy importante: prácticamente todo el suelo está sometido a los usos humanos y apenas se ven espacios naturales, que hubiéramos identificado por la existencia de zonas de bosque y matorral.
Como ya hemos comentado, es un clásico paisaje de llanura del interior de la meseta española. Observamos una campiña que se desarrolla en una cuenca sedimentaria con suelos predominantemente arcillosos (color rojizo) y también calizos (más blancos), con típicos páramos visibles (zona planas más altas) a lo lejos.
No son observables corrientes de agua, ni se ven bosques de ribera que las delaten. En todo caso, los ríos de esta zona están marcados por un régimen pluvial marcado por el estiaje veraniego y un caudal limitado por la falta de lluvias y la lejanía de altas montañas que los nutran de agua.
El clima se deduce fácilmente por el paisaje. Se trata de un clima mediterráneo de interior, que sufre una fuerte continentalidad derivada de una fuerte amplitud térmica (veranos calurosos e inviernos fríos). Las lluvias son muy escasas, con una sequía estival muy marcada, lo que deriva en un paisaje determinado por la aridez.
La vegetación natural es casi inexistente, pues todo el suelo fértil está ocupado por cultivos. En las zonas no cultivada crece un matorral o sotobosque degradado y poco denso de especies mediterráneas, la garriga. Estamos ante un espacio totalmente desforestado por la acción del hombre donde la erosión es muy fuerte.

3. El hábitat rural y el poblamiento:

Observamos un solo núcleo de población, aunque en la lejanía parece entreverse otro más pequeño. Estamos ante un tipo de hábitat concentrado, típico de la meseta interior, con las viviendas concentradas en un único núcleo, que además sería apiñado (agrupado en torno a un núcleo central) e irregular. Al contrario que en otras zonas como la submeseta Norte, las poblaciones de la submeseta Sur son de mayor tamaño, y de hecho estamos ante un pueblo de tamaño apreciable. A pesar de todo, dichos pueblos resultan poco dinámicos y pierden población de forma continua, aunque resisten más la despoblación que los núcleos pequeños gracias a su mayor tamaño.
La casa típica es de adobe o tapial, algo que aquí no podemos llegar a identificar porque todas están lucidas por igual. En todo caso, es evidente que muchas casas son de construcción más moderna (ladrillo). Predominan los tejados a dos aguas de teja roja y las casas en su mayoría están pintadas predominantemente de color blanco (aunque no tanto como en Andalucía), algo que nos remite al sur de la meseta y descarta la submeseta norte.
El marcado carácter llano favorece la accesibilidad del territorio, vemos una carretera y una amplia red de caminos rurales que comunican el pueblo con las zonas de cultivo. No aparecen infraestructuras de gran tamaño.

4. La estructura agraria:

Respecto al tamaño, predominan las medianas explotaciones. En zonas más al sur de La Mancha o en Extremadura estas explotaciones adquirirán mayor tamaño (latifundio). Los procesos de concentración parcelaria acontecidos desde los años 60 hasta la actualidad han afectado sobre todo a Castilla, por lo que podemos afirmar que la propiedad está bastante concentrada. A pesar de todo, algunas de estas propiedades pueden ser consideradas realmente minifundios, debido a su escasa rentabilidad, de forma que, aunque sobrepasen las 10 ha. no permiten el mantenimiento del agricultor y su familia. Se trata de parcelas más o menos irregulares. No existe una separación física entre las parcelas, por lo que estamos ante openfields o campos abiertos.

5. Los usos agrarios:

Existe un predominio absoluto de las actividades agrarias sobre el resto de los usos del suelo (ganadero o forestal). Todo el territorio cultivado se dedica al cereal de secano, básicamente trigo, como parte de la trilogía mediterránea. Sin embargo, no hay rastro de olivos o vides, que sí encontramos en abundancia en otras zonas de La Mancha. Las explotaciones son monocultivos de cereal, de carácter extensivo y con poca productividad y rentabilidad. Favorecido por el relieve de llanura, es muy posible que las labores estén mecanizadas y la producción está vinculada al mercado, sin embargo, todavía es perceptible el mantenimiento de sistemas tradicionales de rotación de cultivo y barbecho.
La actividad ganadera tiene un carácter secundario y se basaría en la ganadería ovina de carácter extensiva, que pasta en los barbechos y rastrojos. La actividad forestal es mínima, ante la falta de masa forestal apreciable.

6. Otros usos del suelo: No existen otros usos más allá de los agroganaderos, debido al hecho de ser una zona alejada de núcleos urbanos y sin especial valor natural y paisajístico.

7.  Problemática del espacio:

- Se trata de una zona cuya economía depende demasiado de una agricultura poco competitiva: el cereal es un producto excedentario en Europa y resulta poco rentable. A pesar de todo, la mediana propiedad, el openfields y el espacio llano ha favorecido la mecanización de la actividad, ayudada por la llegada de subvenciones europeas a los agricultores, lo que de forma artificial está manteniendo la escasa rentabilidad del trigo. La PAC ha destinado una enorme cantidad de subvenciones a mantener la renta de los campesinos productores de cereal, que sin embargo, por su escasa rentabilidad no permite en muchos casos el mantenimiento de la familia, lo que favorece el desarrollo de la agricultura a tiempo parcial, compatible con actividades en el sector servicio o la construcción.
- En estas zonas de secano poco rentable, la población joven tiende a emigrar hacia las ciudades y la despoblación y el envejecimiento de la población es muy rápido. A pesar de tratarse de pueblos más grandes que los de otras zonas como Castilla-León y no hallarse en zonas de difícil acceso, la pérdida de población es intensa y escasean los equipamientos y servicios.
- La inexistencia de una agricultura intensiva de regadío, que si hay en otras zonas de La Mancha, y de zonas industriales cercanas, reduce los problemas ambientales. La contaminación es reducida y no hay sobreexplotación de los recursos acuáticos. Sin embargo, la fuerte desforestación y desprotección de los suelos, roturados y cultivados en su mayoría, y el clima seco, genera graves problemas de aridez, erosión y desertificación.
- El futuro de esta zona resulta complicado y pasaría por la mejora de las infraestructuras de comunicación y transporte y por la diversificación de la actividad económica, promocionando sectores como la artesanía y el turismo rural o la construcción de equipamientos y servicios que puedan mejorar la vida de la población y crear nuevos empleos. Hay que tener en cuenta un factor negativo al respecto, y es la ausencia de un especial valor paisajístico (no hay montañas, bosques, ni espacios naturales destacados). Sin embargo, una opción es la promoción de productos agrícolas tradicionales de alto valor (denominaciones de origen como el queso manchego) o la gastronomía tradicional. En este sentido, cualquier iniciativa tendría un apoyo importante por parte de la Unión Europea y sus políticas de desarrollo rural.

Más ejemplos para comentar en clase

Paisaje de la Sierra de Mágina (La Guardia, Jaén)
Fuente: www.zonasdeescaladadejaen.blogspot.com.es 







Paisaje canario (La Gomera)
Fuente: www.absoluttenerife.com



Paisaje de Almería (Campo de Dalías)
Fuente: www.cakelife.com


Paisaje de la costa gallega (Aios, Pontevedra).
Fuente: www.booking.com


Paisaje de Extremadura (Jaraicejo, Cáceres)
Fuente: www.laposadadelhalcon.com


Paisaje de la huerta murciana
Fuente: www.eldiario.es





Paisaje de Castilla y León (Castrillo Matajudíos, Burgos)
Fuente: www.abc.es



Paisaje de la montaña Navarra (Ziga, Baztán).
Fuente: milugarenelmundo.es


Paisaje de la costa de Granada (Salobreña).
Fuente: www.tugranada.es

Paisaje de Cataluña (El Garraf, Barcelona).
Fuente: www.delracimoalpaladar.blogspot.com.es

Paisaje de la montaña albaceteña (Ayna)
Fuente: www.lacerca.com



Paisaje de Almería (Berja).



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