BLOG DE JOSÉ ANTONIO DONCEL DOMÍNGUEZ (I.E.S. LUIS CHAMIZO, DON BENITO, BADAJOZ)

sábado, 26 de octubre de 2013

La tumba de Tutankhamon. La maldición del faraón.

Máscara funeraria de Tutankhamon. Realizada
 en oro macizo, cubría el rostro del faraón.

Quizás el mayor símbolo de la civilización del Antiguo Egipto sean sus tumbas. La obsesión por la muerte y la vida eterna llevó a los egipcios a construir magníficas sepulturas, dedicadas a reyes e insignes hombres, entre las que destacan las grandes pirámides, algunas especialmente monumentales, como las de Gizah, Sáqqarah o Dahshur. Sin embargo, este tipo de enterramiento no es el único. Las pirámides se construyeron sobre todo entre el año 2.650 a.c. y el 1750 a.c., período que termina con la XIII dinastía. Ya en la dinastía XVIII (entre el año 1550 a.c. y el 1295 a.c.) los faraones y nobles se solían enterrar en grandes tumbas excavadas en la roca, generalmente en zonas de relieve escarpado. Ese era el caso de los enterramientos del Valle de los Reyes, una enorme necrópoli próxima al río Nilo, en las cercanías de la actual Luxor. Las tumbas contaban con varias salas, generalmente decoradas, donde se despositaba el sarcófago y el ajuar, con las pertenencias y tesoros del faraón.

Pirámides de Gizah.
Uno de los últimos faraones de la dinastía XVIII, que dio lugar al Imperio Nuevo, fue Tutankhamon. Subió al trono a la edad temprana de nueve años y Gobernó entre 1321 y 1311 a.c., un corto período de menos de 10 años, pues murió a edad temprana, con 19 años. Su reinado fue corto y de escasa relevancia en comparación con otros faraones de la dinastía, ello posibilitó que su tumba fuera relativamente pequeña, lo que evitó su descubrimiento y saqueo posterior.
Así pues, la de Tutankhamon no era la mayor de las tumbas, tampoco la que más tesoros albergaba, no era la más llamativa y magnificiente, en ella yacía un faraón de segundo orden que murió joven y gobernó poco tiempo, por lo que no pudo ser relevante en la historia del Antiguo Egipto. Pero su supultura ha resultado ser la más mediática, conocida y venerada por el gran público, visitada durante décadas por masivas oleadas de turistas hasta convertirse, junto a las grandes pirámides de Gizah, en el gran icono de la egiptología y de la arqueología en general. ¿Qué es lo que de especial tenía esta tumba? Fue la única sepultura real que había permanecido casi intacta hasta la actualidad y aunque había sido pronto profanada, la mayoría de sus tesoros quedaron indemnes y jamás nadie accedió al sarcófago del faraón, permaneciendo olvidada durante más de tres mil años al abrigo de ladrones y arquéologos. Por otro lado, su hallazgo sorprendió al mundo y se vio además envuelto, desde un principio, en un halo de misterio que contribuyó a aumentar su popularidad: asociada a la tumba surgió una maldición que se vio pronto alimentada por una serie de trágicas coincidencias, sobredimensionadas por los medios de comunicación más sensacionalistas.



LA TUMBA DE TUTANKHAMON

En 1906 se conocían los dos grandes protagonistas de esta historia. Por un lado un dibujante y arqueólogo inglés, Howard Carter, que ya llevaba varios años trabajando en Egipto, donde fue inspector en jefe del Servicio de Antigüedades, por otro un adinerado aristócrata, Lord Carnarvon, que había llegado al país del Nilo buscando un lugar cálido por motivos de salud y se habia visto seducido por el mundo de las excavaciones y la egiptología. En los años siguientes ambos formaron una pareja muy fructífera, varias expediciones sufragadas por Carnarvon y dirigidas por Carter se sucederían en el sur de Egipto con importantes hallazgos. Pero entonces recibieron la concesión que tanto ansiaban: la que les permitiría excavar en el llamado Valle de los Reyes. Por aquellos tiempos, ya se habían encontrado buena parte de las tumbas de la zona, y el valle era toda una joya arqueológica, sin embargo, el arqueólogo Theodor Davies, que había detentado la concesión hasta entonces, creía agotadas las posibilidades del área y la abandonó.

Howard Carter
Lord Carnarvon
Carter inició entonces las excavaciones, que se prolongaron durante mucho tiempo sin producir grandes resultados. Se buscaba alguna nueva sepultura que pudiera haber permanecido intacta. Cuando ya se estaba perdiendo toda esperanza, en 1922, Carter encontró una tumba muy cercana a la de Ramsés IV -ya descubierta hacia mucho tiempo y en la que había trabajado él mismo un par de años antes-. En noviembre, un Carter emocionado le enviaba un mensaje a Lord Carnarvon, que se encontraba en Inglaterra, para que volviera con prontitud, señalando el descubrimiento de una tumba con sellos intactos. Se trataba de la tumba de un faraón de la XVIII dinastía, concretamente la de Tutankhamón. Los enterramientos de los reyes de esta dinastía eran los más antiguos del Valle de los Reyes, pero también habían sido los últimos en ser descubiertos, porque estaban más disimulados y sus accesos eran más difíciles de encontrar, cubiertos a veces por derrumbres posteriores. Ese era el caso de la tumba de Tutankhamón, cuya entrada estuvo mucho tiempo oculta por las viviendas de los obreros que trabajaron casi doscientos años después en la sepultura de Ramsés IV, así como por los derrumbes provocados por dichos trabajos. Estas circunstancias favorecieron su olvido, ayudando a su preservación.

(1) Anexo  (2) Antecámara  (3) Corredor de entrada 
 (4) Cámara funeraria  (5) Cámara del Tesoro
Carter había descubierto el acceso a la tumba a través de unos 16 escalones que conducían a un pasillo descendente que terminaba en una puerta sellada. Esperó unas semanas hasta la llegada de Lord Carnarvon y su hija y entonces abrieron un agujero en dicho puerta para ver lo que había al otro lado. En ese momento, se produjo el célebre y breve diálogo entre Lord Carnarvon y Howard Carter: el primero preguntó ¿Ve usted algo?, a lo que Carter respondió "Sí, cosas maravillosas". En efecto, se veían decenas de objetos, todos revueltos y amontonados sin orden alguno: carros desmontados, estatuas, joyeros, recipientes, sillas, lechos, un trono de oro, comida, etc. Se trataba de una antecámara llena de piezas de enorme valor para el estudio de la historia de Egipto, por lo que se paralizó la excavación con el objeto de su catalogación exhaustiva por parte de Carter y su ayudante Arthur Mace. Fueron clasificados, dibujados y fotografiados concienzudamente para después poderlos transportar al laboratorio. Pero en aquella sala no había rastro alguno del sarcófago, lo que ponía en cuestión que se tratase de una verdadera tumba. En esta antecámara, descubrieron otra puerta que daba a una cámara lateral, que Carter denominó Anexo, situada a un nivel más bajo y abarrotada también de todo tipo de objetos, que igualmente habían sido revueltos.
Terminado el trabajo de clasificación y transporte de todo el material encontrado, se prosiguió con la búsqueda del sarcófago. En febrero de 1923, los miembros de la expedición se centraron en una nueva puerta sellada y flanqueada por dos estatuas de guardianes. Abierta la puerta, accedieron a una segunda cámara situada a un metro de desnivel respecto a la antecámara inicial, y en la que se encontraron las paredes pintadas, algo habitual en las tumbas de los faraones. Lo extraño es que las anteriores estancias de la tumba mostraban sus muros sin decorar, lo que hizo pensar a los investigadores que la tumba inicialmente no estaba preparada para un rey sin para un noble y que apresuradamente fue adaptada tras la temprana muerte de Tutankhamon. Había grandes esperanzas de encontrar allí el cuerpo del faraón, sin embargo, tal proceso sería más lento de lo que cabía esperar. Al introducir la lámpara, una vez retiradas las piedras superiores, el equipo de arqueólogos observó una pared dorada que resultó ser el costado de una capilla o sala mortuoria de enormes dimensiones (5,20 por 3,35 por 2,75 metros), que ocupaba casi por entero la estancia. La capilla era de madera recubierta de oro y en los lados tenía adornos azules de cerámica con signos mágicos para la protección del muerto. Las puertas de la capilla se encontraban sin sellar y cuando Carter las abrió tampoco encontró al faraón, sino una segunda capilla que estaba cerrada y con el sello intacto. Eso demostraba que ningún saqueador de tumbas había profanado la sepultura real, Carter se emocionó al comprobar que allí no habían llegado los ladrones. Tan solo otra tumba del valle de los reyes había permanecido hasta entonces con su ajuar más o menos intacto y sin la profanación de los sarcófagos, y no era de reyes, sino de nobles.
Sin embargo, aunque el sarcófago estaba intacto, la tumba no. Al contrario de lo que generalmente se afirma, había sido parcialmente saqueada y después había sido cerrada apresuradamente. Esto explicaría el caos y desorden interior. Es posible que fuera violada al menos en dos ocasiones, posiblemente en fechas tempranas, poco después del entierro, y de hecho en las puertas selladas son visibles algunas aberturas en las esquinas superiores o inferiores, que después fueron cerradas. Algunos tesoros fueron robados, especialmente aquellos más fácilmente transportables, es el caso de las joyas. De forma precipitada los vigilantes reorganizaron la tumba y dejaron las puertas exteriores de la capilla mortuoria sin sellar. Habían cerrado las aberturas realizadas por los ladrones en las puertas de las cámaras y habían vuelto a sellar la puerta de entrada a la tumba. Howard Carter sostuvo que los ladrones fueron cogidos infraganti intentando una precipitada huida.

Aberturas realizadas por los ladrones en la tumba de Tutankhamon.

Tras la segunda capilla encontraron una tercera y después una cuarta que al ser abierta mostró un impresionante sarcófago amarillo tallado en un enorme bloque de cuarzo y cubierto de una pesada losa de granito. Sin embargo, su apertura se pospuso, pues se tardaron casi tres meses en desmontar las capillas, compuestas por ochenta partes cada una, pesadas y frágiles. Para entonces ya había muerto Lord Carnarvon, que nunca llegó a ver la momia del faraón. Falleció en abril por una infección causada por la picadura de un mosquito y complicada después por una pulmonía que dañó severamente su delicada salud, tenía 57 años de edad. Hasta febrero de 1924 no se abrió el sarcófago. En su interior se encontraron tres ataúdes con forma antropomorfa con la imagen del faraón, cada uno dentro del otro como si se trataran de muñecas matrioskas rusas. Los primeros eran de madera chapada en oro y el tercero de oro macizo. Dentro de este último se hallaba la momia del joven faraón. Por cuestiones burocráticas los ataúdes no fueron abiertos hasta octubre de 1925. En su interior se hallaba el cuerpo momificado del faraón, con la cabeza y los hombros cubiertos por la impresionante y popular máscara de oro. El estado de conservación de la momia en general no era muy bueno y estaba endurecida y ennegrecida, aunque la cara protegida por la máscara se encontraba en mejor estado. Esto permitió reconocer mejor el rostro delicado y de bellos rasgos, propio de un adolescente, que tenía el faraón.
Junto a la sala funeraria se hallaba una cuarta sala, que recibió el nombre de Cámara del Tesoro, en ella se encontraban objetos empleados en el rito funerario como los once remos para la "barca solar", así como una lujosa arca con forma de templo, el Templete canópico de Tutankhamon, que contenía las vísceras momificadas del rey.

Los grandes protagonistas del descubrimiento en las proximidades de la
 tumba. Desde la izquierda, el primero Lord Carnarvon, el tercero Howard
 Carter, entre ambos Arthur Mace.

Carnarvon y Carter (ambos en el centro) ante la entrada de la tumba.

Howard Carter  abre un boquete en la entrada de la tumba que le
 permite ver el interior de la antecámara.
Vista de los tesoros encontrados en la antecámara del sepulcro.
Carter y Carnarvon derriban el muro de la cámara funeraria.
En un extremo de la antecámara, flanqueada por dos estatuas de
 guardianes, se descubrió el acceso a la cámara funeraria. Tirada la
 pared resultó visible un lateral de la capilla funeraria.
Carter con un ayudante saca algunos objetos de la tumba.
Carter prepara para su traslado una de las estatuas que flanqueaban
 el acceso a la cámara funeraria.
Tras su clasificación los objetos de la tumba fueron empaquetados
 para su traslado.
Traslado de los tesoros de la tumba.
En el interior de la cámara sepulcral se hallaba una capilla
 de madera dorada que incluía otras cuatro en su interior.
Apertura de la capilla funeraria.
Sello intacto de la puerta de la segunda capilla.
En el interior de las capillas se hallaba el sarcófago con un ataud que
 incluia otros dos dentro. Carter limpiando el segundo ataud
Carter y un colaborador ante el tercer ataud, de oro macizo.
 Dentro se hallaba la momia del faraón.

Máscara de oro que cubría la cabeza de la momia
Forma antropomarfa del tercer ataud.




Trabajos de traslado de los ataúdes del faraón.
Cámara del Tesoro. A la izquierda  el templete de los
 vasos canopos que guardaban las vísceras del faraón.

El DOCUMENTAL de DISCOVERY CHANNEL "TUTANKHAMON, EL JOVEN FARAÓN" nos permite aproximarnos al descubrimiento de la tumba de Tutankhamon, desde su descubrimiento hasta su exploración posterior que termina con la llegada hasta el ataúd y la momia del faraón. Mostramos un fragmento. Si que queremos verlo en su totalidad consultar el enlace que se encuentra debajo.

                                                 http://tu.tv/videos/01-tutankhamon-el-joven-faraon


LA MALDICIÓN DE TUTANKHAMON

La maldición del faraón Tutankhamon hace referencia a la supuesta existencia de una potente magia egipcia, convertida en este caso en un elemento de protección del descanso eterno del rey enterrado, según la cual aquél que profane la tumba de un faraón del Antiguo Egipto lo pagará con la muerte. Como buena maldición, la leyenda de Tutankhamon poseía todos los ingredientes clásicos del "género" perfectamente combinados: por un lado, una serie de acontecimientos trágicos, muertes terribles y aparentemente incomprensibles, por otro lado, un afán por lo supersticioso y la atracción por lo sobrenatural que suele recubrir a los nuevos descubrimientos, especulaciones continuas en las que han intervenido importantes novelistas y periodistas, atraidos por lo mágico de la egiptología y que permitieron su difusión entre las masas. Iba además acompañada de avisos terribles: durante mucho tiempo se habló de la existencia en muchas tumbas egipcias de advertencias para los ladrones que osaran profanarlas, este era el caso de la de Tutankhamon, en la que según la leyenda -no tanto la realidad- se había encontrado una tablilla o fragmento de arcilla con una inscripción que sentenciaba algo traducible como "la muerte golpeará con su bieldo -o sus alas- a aquel que perturbe el descanso eterno del faraón". En ocasiones, se ha hecho alusión a la existencia de otra amenaza en el collar de oro hallado en el cuello de Tutankhamon, en realidad solo era un escarabajo de resina negra con la inscripción de una expresión ritual típica de este tipo de enterramientos. Por si esto fuera poco, una nueva advertencia de otro tipo desafíó la expedición: poco antes de entrar en la tumba, el canario de Howard Carter, que le acompañaba en la expedición, fue atacado por una cobra, que es por cierto, la serpiente de los faraones. Todo ello provocó la inquietud entre los obreros egipcios que concebían aquello como un mal presagio. Como vemos, ingredientes excelentes para una apasionante película de aventuras.
Después vinieron los acontecimientos trágicos que alimentarían sin cesar la leyenda, y que se sucedieron a partir de la apertura de la tumba. El primero y más llamativo fue la muerte de Lord Carnarvon justo un mes después. A partir de ahí, y alimentado por las siguientes muertes, se desencadenaría el otro elemento motor de la maldición, los medios de comunicación y la literatura se convirtieron en voceros de la leyenda y alimentaron sin cesar las especulaciones. Célebres novelistas como Arthur Conan Doyle se ponían a la cabeza y aceptaban la existencia de la maldición. Doyle fue defensor, más tarde, de una de las teorías explicatorias, la del "hongo mortal", según él, puesto en las tumbas para castigar a los supuestos ladrones. Quizás sería Marie Corelli, conocida autora de la época y una de las primeras autoras de best sellers, quien más contribuyó a divulgar la existencia de una maldición, especialmente porque decía tener una prueba escrita de ella, al poseer un antiguo texto árabe que mencionaba las maldiciones de las tumbas faraónicas. Un texto que nunca salió a la luz, por cierto. Cuando el egiptólogo Arthur Wiegall publicó "Tutankhamon y otros ensayos", que refrendaba la existencia de una maldición, para muchos ésta ya era una realidad intangible. La prensa sensacionalista hizo el resto, al explotar el suculento filón con una multitud de artículos. Unos y otros, hablaban de la existencia de advertencias mortales en la entrada de la tumba, algo que los escépticos siempre han negado y que Carter rechazó desde un principio.

Arthur Conan Doyle
Marie Corelli


















.
Una publicación de la época especula sobre la muerte de
 Lord Carnarvon y la maldición de Tutankhamon.
Según se sucedían las muertes, los defensores de la maldición crecían. Poco después del fallecimiento de Carnarvon, los profesores Breasted y La Fleur y el millonario estadounidense George Jay Could morían al poco tiempo de visitar la tumba. Arthur Mace y Richard Bethell, colaboradores de Howard Carter, también perecieron, aunque el primero ya estaba enfermo y esto le había obligado a dejar el trabajo antes de su muerte. El fallecimiento de la enfermera de Carnarvon también se uniría a esta lista.
Se sucedieron después más muertes, ligadas en los titulares de los periódicos más sensacionalistas a la supuesta maldición. Es el caso de algunos hombres de ciencia, como Archibald Douglas Reid, radiólogo encargado de examinar y radiografiar la momia, o el egiptólogo Arthur Weigall. A ello se añadirían el hermanastro de Lord Carnarvon o Lady Elizabeth Carnarvon, por la picadura de un insecto, lo que se terminó relacionando con la maldición. Hubo más muertes de personas más o menos vinculadas a la tumba, pero no todos los individuos que estuvieron en contacto con la momia o entraron en la sepultura murieron, y entre ellas estaba el médico que le había hecho la autopsia, que vivió hasta los 75 años o el mismísimo Howard Carter que falleció diecisiete años después del descubrimiento, con 64 años, en 1939. Walter Hauser, el arquitecto estadounidense que dibujó los planos de la tumba, es una de las evidencias más fuertes contra la maldición, murió 37 años después de la apertura del sepulcro, su socio falleció incluso más tarde, en 1969.
Carter siempre despreció la maldición como "historias ridículas" y en sus exhaustivas anotaciones no se hacía referencia alguna a la existencia en pared alguna o tablilla de ninguna advertencia. Como bien señaló el propio Carter, los antiguos egipcios no estaban especialmente preocupados en maldecir a los posibles enemigos, ladrones o profanadores de tumbas, sino que centraban su atención en el bienestar del faraón muerto, al que dedicaban deseos y bendiciones para su mejor vida eterna, así como expresiones de bienvenida de los dioses.

Para justificar las muertes, algunos científicos recurrieron a la teoría del "aire malo", bacterias milenarias y hongos de la tumba que pudieron infectar a los profanadores. Sin embargo, han sido muchas las voces que han descalificado esta opción, el propio director de antigúedades egipcio en los años 70, Gamal Eldin Mehrez, declaraba en 1972 que él era la mejor prueba de que las muertes no eran más que una coincidencia: "He pasado mi vida entera rodeado de ataudes y momias y aquí sigo". Un mes después, mientras los tesoros de Tutankhamon se dirigían a Inglaterra para conmemorar el medio siglo del hallazgo, Mehrez fallecía después de un infarto. Es precisamente en esa época cuando la maldición encontró un nuevo resurgir. En los años 60 y 70 los tesoros de Tutankhamon del Museo Egipcio de El Cairo estuvieron en varias exposiciones en museos europeos y algunos de los encargados y directores de dichas instituciones murieron poco después, lo que permitió avivar la leyenda. En 1973 el escritor alemán Philipp Vandenberg publicaba "La maldición de los faraones", que se convirtió en un enorme éxito de ventas y que contribuyó además a fortalecer la leyenda, obstinado en ligar las muertes entre sí y a la supuesta maldición. En 1973 la escritora de novela gótica y romántica Victoria Holt escribía "La maldición de los faraones". Desde entonces hasta hoy la leyenda ha producido una rica literatura que ha encontrado el eco en decenas de libros publicados, algunos fantasiosos y sensacionalistas o en la línea de las "ciencias oscuras", otros firmados por reputados egiptólogos que desmontaban la mitología y nos aproximan a la verdadera realidad de la tumba.
El cine también se unió a este frenesí, recuperando el mundo mágico del Antiguo Egipto, con su universo de momias, maldiciones y espíritus malignos. Siete años después de estrenar "La sombra del faraón", el director Russell Mulcahy dirigía en el 2006 la película "La maldición de la tumba de Tutankhamon". Ese mismo año se estrenaba con gran éxito la pelicula "La momia", dirigida por Stephens Sommers que recreaba la resurrección de una momia egipcia en un entorno mágico.

En el 2006 Robert Mulcahy dirigía "La
 maldición de la tumba de Tutankhamon".
"La momia" con su éxito, recuperó para el gran
 público el Egipto de maldiciones y magia. 



















En la actualidad conocemos que existen bacterias y hongos en las tumbas, pero también tenemos la certeza de que solo pueden ser peligrosos para personas con una manifiesta debilidad de su sistema inmunológico y que no forman parte de ningun maldición. Hoy sabemos también que muchas de las muertes no estaban ligadas entre sí, que algunos de los muertos no estuvieron en la tumba, y muchos de los que estuvieron en la tumba no murieron o lo hicieron mucho después de lo que la leyenda dice. Hubo escritores y periodistas interesados en retorcer la realidad para adaptarla a sus intereses, haciendo referencia a escritos o pruebas que nunca aparecieron y a supuestas advertencias escritas que nunca fueron corroboradas; el gusto y el interés del gran público por lo mágico hizo lo demás. Es indudable que se sucedieron algunas muertes, que en todo caso fueron fruto del azar y que no tuvieron conexión entre sí.
Para una aproximación inicial al tema de la maldición de tutankhamon podemos consultar en la red el blog Tejiendo el mundo. Si queremos una profundización más grande en la cuestión os recomiendo el libro "La maldición de Tutankhamon", de Joyce Tyldesley (Ariel, 2012). La arqueóloga y profesora de la Universidad de Manchester realiza una obra científica y a la vez amena que desentraña todos los secretos sobre la tumba y su descubrimiento, poniendo en evidencia las contradicciones de los defensores de la maldición.



PRESENTE Y FUTURO DE LA TUMBA DE TUTANKHAMON

Desde principios del 2011, con el desarrollo de la revolución egipcia y la caída del dictador Mubarak, Egipto vive sumido en una profunda crisis del turismo, fuente principal de ingresos, que ha hundido la economía del país. En otro tiempo no muy lejano, Luxor, sus templos y necrópolis, eran uno de los motores económicos del país del Nilo por su capacidad de atracción turística. Y una de los grandes protagonistas era el sepulcro de Tutankhamon. La tumba se había convertido desde su descubrimiento en una de las mayores atracciones turísticas de Egipto, un reclamo para millones de personas y un foco inacabable de curiosidad para el gran público. En el pasado reciente, más de mil personas diarias solían bajar las escaleras de la tumba durante los días de mayor concurrencia.
La decisión tomada en el año 2007 de exhibir la momia del rey en la propia tumba -en una urna de cristal climatizada-, incrementó el interés y el morbo del público por visitar la sepultura real y aumentó también la presión sobre el recinto, agravando los problemas existentes de conservación. Se trata además de una tumba especialmente pequeña en comparación con otras -ya sabemos que no fue diseñada inicialmente para albergar al faraón-, que además ha sido con mucho la más visitada. Los muros y sus pinturas han sufrido en los últimos años un rápido deterioro, especialmente por los cambios de temperatura y humedad producidos por la entrada masiva de turistas. El sudor y el aliento de éstos, en medio de temperaturas exteriores muy altas y dentro de un espacio limitado, provocaron incluso la aparición de hongos en las paredes. No olvidemos que las tumbas faraónicas no fueron diseñadas para recibir visitantes y no disponen de los sistemas de ventilación adecuados.

Tumba de Tutankamon,  En la urna climatizada se encuentra el ataúd
con el cuerpo del faraón. Las paredes de la sala funeraria estaban pintadas.
Hawas supervisa el traslado de la momia de Tutankhamon. Junio del 2007.
Los expertos toman muestras de ADN a la momia de Tutankhamon. Estas
 investigaciones han permitido conocer la causa de su muerte: la malaria.
La momia de Tutankhamon se hallaba en mal estado cuando fue
 descubierta. Su posterior manipulación por Carter aumentó su deterioro.
El delicado rostro del joven faraón.
Rostro de la momia de Tutankhamon.


















En un intento de solucionar el problema, el todopoderoso Zahi Hawass, entonces secretario del Consejo Supremo de Antigüedades y hombre clave durante muchos años en la conservación del patrimonio arqueólogico egipcio, tomó la decisión de cerrar la tumba al público a principios del año 2007, para evitar su irreversible pérdida: "la protección de la historia es más importante que el turismo", afirmaba. La de Tutankhamon se unía así a otras dos tumbas que ya habían sido cerradas poco antes: la de Seti I, la más monumental del Valle de los Reyes, y la de la reina Nefertari, esposa de Ramsés II, en el vecino Valle de las Reinas.
Este cierre formaba parte de un proyecto personal de Hawass que incluía la creación de réplicas que pudieran ser visitadas por los turistas, permaneciendo salvaguardadas las tumbas originales. Se pretendía así crear junto a Luxor y el Valle de los Reyes una especie de "Valle de las Réplicas". Para Hawas el modelo a seguir eran las neocuevas de Altamira o Lascaux, joyas del arte rupestre paleolítico europeo, puestas en marcha décadas antes y que reproducían fielmente las pinturas y las paredes de las cuevas originales. Su éxito había sido rotundo y de hecho, la cueva de Altamira pasó de 200.000 visitantes al año, cuando cerraron en 1979 la original, a los casi 600.000 actuales recibidos por la réplica. La idea de las autoridades egipcias es que cuando se hayan terminado y puesto en funcionamiento las réplicas, solo los especialistas recibirán autorización para entrar en las tumbas originales después de pagar entradas muy caras.
El proyecto de reproducir las tumbas no resulta descabellado, pues de hecho, el universo de la egiptología actual no ha permanecido al margen de las réplicas, usadas sistemáticamente para extender el conocimiento del mundo egipcio. En los últimos años, colecciones de réplicas exactas recorren el mundo en exposiciones itinerantes que dan a conocer el legado del Egipto Antiguo. También aquí la tumba de Tutankhamon se lleva la palma. Una exposición que reproducía el ajuar y sarcófagos de la tumba ha recorrido Europa en los últimos años. En el 2009 estuvo en el Museo Marítimo de Barcelona y en el 2010 y hasta enero del 2011 en la Casa de Campo de Madrid.

Réplica de la antecámara de la Tumba de Tutankhamón en la Exposción
 celebrada en Madrid entre mayo del 2010 y enero de 2011.
Réplicas de los sarcófagos de Tutankhamón.

Réplica del trono de oro de Tutankhamon.

Este VIDEO nos muestra el proceso de elaboración de las réplicas que nutren las exposiciones que sobre Tutankhamon recorren Europa en los últimos años:

                                


A principios del 2011 se terminó la primera de las réplicas previstas, la de la tumba de Tutankhamon. Había sido realizada en Madrid por le empresa Factum Arte y financiada por una organización suiza, la Sociedad de Amigos de las Tumbas Reales de Egipto, la Universidad de Basilea y una fundación creada por la propia empresa constructora. El resultado resultó excepcional, y como en el caso de la neocueva de Altamira, reproducía casi a la perfección el original: había sido realizada con las mismas marcas, grietas y desperfectos, así como las secuelas de las restauraciones realizadas a lo largo del tiempo. Se necesitaron tres años de exhaustivo trabajo y se utilizaron tres sistemas distintos de registro de datos: un escáner láser, que captaba imágenes en 3D; un escáner de luz blanca, que mezclaba tecnología óptica, topometría en tres dimensiones e imágenes digitales; y una cámara fotográfica, que tomó cerca de 16.000 imágenes de alta resolución.
Los acontecimientos de la revolución egipcia paralizaron durante 2011 y 2012 el viaje de la réplica a Egipto y hasta noviembre del 2012 no se presentó la "neotumba" en un lujoso hotel de El Cairo. Ese mismo mes, el 23 de noviembre, y con el objeto de celebrar el noventa aniversario de su apertura, se volvió a abrir el sepulcro en un solemne acto que incluía la presencia de todo tipo de personalidades y embajadores. Era un intento desesperado de atraer de nuevo a los turistas, trasmitiendo una imagen de normalidad.

Réplica de la tumba de Tutankhamon.

Empleados de la empresa Factum Arte durante los trabajos de
 construcción en Madrid de la réplica de la tumba de Tutankhamon.

                                   
Sin embargo, según se ha ido complicando la revolución egipcia, con la llegada al poder de los Hermanos Musulmanes y el definitivo golpe de estado en 2013, el turismo no solo no se ha recuperado sino que aún ha caído más en picado. En El Cairo escasean los visitantes y muy pocos entran en el Museo Egipcio -donde se encuentra desde 1922 la mayoría del tesoro de Tutankhamon-, aunque solo hace unos años se acercaban a sus vitrinas cerca de 200.000 visitantes al año. Aunque la zona de Luxor, donde se halla la tumba, es muy tranquila y está ajena a muchos de los conflictos vividos en otras zonas del país, hoy en día el turismo no supera el 15% del que llegaba hace unos años. Los templos de una y otra orilla, los museos y las necrópolis, están casi desiertos. Pocos extranjeros visitan el Valle de los Reyes, pero menos aún se acercan a los lugares menos conocidos: la antigua casa de Carter en Elwat el-Diban, el que fue su verdadero hogar, hoy es un museo solitario. Los grandes barcos que surcan el Nilo, antes llenos de turistas, van ahora casi vacíos. El proyecto de situar la réplica en la zona sigue paralizado y hoy la tumba de Tutankhamon permanece abierta, aunque con acceso limitado, como último recursos de atracción para los turistas.

Entrada actual a la tumba de Tutankhamon.
Casa museo de H. Carter en Elwat el-Diban. El guía ante su despacho.
Museo Egipcio de El Cairo bajo la vigilancia de unidades militares tras
 sufrir en 2011 algunos ataques.
Sarcófago de oro de Tutankhamon. Museo Egipcio de El Cairo.

Sarcófagos de Tutankhamon expuestos en el Museo Egipcio de El Cairo.

Templete de los vasos canopos de Tutankhamon.
Museo Egipcio de El Cairo.
El patrimonio egipcio y la tumba de Tutankhamon, han llegado a estar en el pasado más cercano en serio peligro por la excesiva presión turística, pero quizás sean más importantes las amenazas actuales. Sin los recursos del turismo, Egipto pierde su capacidad de mantener y proteger su increible herencia arqueológica. Vacía de turistas, las condiciones de conservación del sepulcro han mejorado y su deterioro a corto plazo se ha frenado, pero su futuro es ahora más incierto que nunca.
Este pasa por la normalización del país y la vuelta de la estabilidad política, y con ella del turismo, y también por la puesta en marcha real de réplicas, que como ya se ha demostrado en otros casos permite conjugar el respeto a la historia con la necesidad de su divulgación entre las masas. Los turistas es seguro que entraran en las réplicas, pero para que eso ocurra antes tienen que regresar...


RECURSOS DIDÁCTICOS SOBRE EL TEMA

A un nivel más divulgativo, especialmente sugerentes para mis alumnos de 1º de ESO, encontramos algunos RECURSOS sobre el mundo de las tumbas egipcias. Aunque están en inglés, pueden ser usados sin problemas con los mínimos conocimientos del idioma:

- En la animación "King Tut´s Virtual Tomb" el alumno se puede poner en la piel de Howard Carter e ir explorando las distintas salas del sepulcro de Tutankhamon.

PULSAR AQUÍ
- El juego online "Tomb of the Unknown Mummy" nos permite ejercer de arqueólogo y entrar en las distintas salas de una tumba egipcia para recopilar todo tipo de objetos con ayuda de pequeñas lámparas que nos iluminan.
PULSAR AQUÍ
- "Egyptian tomb adventure" es un juego online creado por el Museo Nacional de Escocia, que pone al alumno en la piel de una joven arqueóloga que viaja desde Escocia hasta Egipto para descubrir una tumba del Egipto Antiguo.
PULSA AQUÍ
- "Unravelling The Mysteries of King Tutankhamun" es un recurso interactivo que nos permite conocer la tumba de tutankhamon realizando una visita virtual al sepulcro.
PULSAR AQUÍ

Para profundizar en EL CONOCIMIENTO GENERAL DEL EGIPTO ANTIGUO -arquitectura, cultura, sociedad, política, religión, etc- de una forma didáctica y entretenida recomendamos dos WEBS en castellano muy interesantes y entretenidas:

                                                                "Egipto al descubierto"

                                                        "Egipto. Tierra de faraones"

jueves, 26 de septiembre de 2013

La Tierra y el Universo.

El conocimiento del universo es algo de lo más sugerente. Su enorme tamaño, su proceso de constante expansión, su génesis a partir del Big-Bang... Para la mayoría de nosotros, al margen de los científicos que se dedican a su estudio, casi todo son incógnitas. Cuando explico algunos detalles a los alumnos, estos suelen mostrarse en ocasiones incrédulos. Las presentaciones y animaciones que adjuntamos en esta entrada, les ayudará a conocer mejor algunos de sus secretos. 
La excelente ANIMACIÓN interactiva (Solar System Scope) que tenemos en este enlace nos permitirá apreciar con todo detalle el conjunto del sistema solar: 

 
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Esta PRESENTACIÓN nos muestra de forma sencilla los planetas que forman el sistema solar, entre los que se halla la Tierra:


                          
                                      El sistema solar from josuegutierrez1bac10


Este excelente VÍDEO nos remite al origen de nuestro sistema solar, recreándo su proceso de formación

                              

  Los movimientos de la Tierra, la rotación y la traslación se pueden observar de forma sencilla pero práctica en esta animación de educarex:

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Para conocer los eclipses lunares y solares, se puede consultar esta sencilla animación de educarex:

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Recomiendo a todo el mundo esta increíble ANIMACIÓN sobre la inmensidad del universo realizada por el Museo Américano de Historia Natural. Partiendo de la Tierra, concretamente de la meseta del Tibet, se va alejando lentamente hasta los últimos confines del universo conocido:


                           




sábado, 3 de agosto de 2013

Planos de ciudades. Epílogo. Tipología de planos urbanos V


El casco medieval de la ciudad suiza de Berna en un enclave privilegiado desde el punto de vista defensivo. Una colina elevada rodeada por un meandro del río Aar.







 Diversos planos, múltiples causas  

Las ciudades tienen múltiples formas y contienen los más diversos tipos de planos, cada uno de ellos determinado por múltiples circunstancias y situaciones:
- En algunos casos el tipo de plano se ve determinado por el medio físico en que se sitúa a ciudad. Así ocurre con las ciudades medievales europeas, generalmente estructuradas a partir de un plano irregular por su adaptación a la topografía adversa en que se solían localizar, en enclaves con grandes posibilidades defensivas. 
- En otros casos, resultan decisivas las decisiones políticas o administrativas de las instituciones o estados, como ocurre con las ciudades de nueva creación del siglo XX y XXI, tendentes a planos mucho más organizados y regulares, ortogonales o radiocéntricos. Es el caso de las nuevas capitales de países como Australia -Camberra- y Pakistán -Islamabad-, o las ciudades creadas en la Union Soviética desde el triunfo de la revolución bolchevique. A este grupo pertenecerían también las urbes fundadas por el Imperio Romano y que resultaban el principal eje de su expansión, o las ciudades que los españoles fundaron, también según criterios geométricos, en la América hispana durante la época moderna, entre los siglos XV y XVIII.
- En el tipo de plano influyen igualmente las caracteristicas culturales y religiosas de la población que las habita, en función de las cuales construirán conscientemente un tipo u otro de ciudad. Es así que la ciudad musulmana tradicional, con su trazado denso e irregular, responde a unas formas de vida y unos conceptos culturales y religiosos derivados de la implantación del Islam.
- En ocasiones, determinadas circunstancias históricas explicarían la existencia de un tipo u otro de plano. Así, el plano lineal se desarrolló con frecuencia en ciudades de nueva creación que surgían en torno a vías de comunicación que habían alcanzado gran notoriedad en una época concreta, es el caso de las ciudades españolas que jalonaban el Camino de Santiago durante la Edad Media, o aquellas ciudades surgidas en torno al ferrocarril en el siglo XIX y principios del siglo XX, durante la expansión del hombre blanco por la América anglosajona o Argentina.

Una ciudad, varios planos

En todo caso, las ciudades son realidades vivas y dinámicas que con el tiempo pueden sufrir una modificación en su realidad socioeconómica, cultural, política o incluso geográfica. Cambian así las situaciones e influencias, lo que conlleva cambios importantes en su proceso de expansión. Así, lo más probable es que con el transcurrir del tiempo, en la mayoría de las ciudades convivan diversos tipos de planos. De esta forma, la ciudad puede tener un plano irregular en su casco viejo y desarrollar un plano ortogonal en su parte moderna, mientras algunos de sus barrios se estructuran de forma radiocéntrica. Igualmente una ciudad puede tener un inicial plano lineal, que después puede disiparse en un entramado irregular u ortogonal con los años y con el crecimiento de la ciudad.

En Madrid (España) podemos distinguir diversos tipos de planos.
La imagen satélite nos permite ver la evidente diferencia entre la Valencia (España) más antigua, con su plano irregular, y el ensanche que le rodea con un claro plano ortogonal.
Plano de Marraquech (Marruecos). Resulta evidente el contraste entre la ciudad vieja, con su plano irregular y su denso entramado de calles estrechas y callejones sin salida, y la ciudad moderna, con un plano ortogonal y radiocéntrico, mucho más regularizado y despejado, con sus calles anchas y espacios abiertos.








No hay un plano para cada época

Al contrario de lo que con frecuencia se suele pensar, no hay un tipo de plano más propio de determinadas épocas.  Es verdad que las actuales necesidades de transporte y el desarrollo del tráfico, así como la mayor planificación de los espacios urbanos que de ello se deriva, conlleva la presencia sistemática en las ciudades modernas de un tipo de plano mucho más regularizado, generalmente con una estructura ortogonal o radiocéntrica, con grandes espacios abiertos y amplias avenidas. Sin embargo, eso no significa que los cascos viejos tengan que tener por fuerza un plano mucho más irregular. Esto sería aplicable a las ciudades viejas de origen medieval de Europa o el Islam - y ni siquiera, porque como hemos visto algunas de ellas tienen un plano regular-, pero en ningún caso a las de otras culturas y sociedades. Asi, las ciudades del Imperio Romano eran el resultado de una concienzuda planificación, regularizadas y ortogonales, como también era el caso de la tradicional ciudad china de las dinastías Ming o Qing. Un plano ordenado y ortogonal era también el que se aplicó en la América hispana a la hora de colonizar el continente. Esto permite, para sorpresa de muchos, encontrar imágenes como la inferior: como en otras muchas ciudades latinoamericanas, en la ciudad boliviana de Sucre resulta inconfundible su casco viejo, no por su trazado denso e irregular, sino por su plano en cuadrícula, especialmente ordenado, que contrasta con la parte moderna de la ciudad. 

Esta imagen de Sucre (Bolivia) nos permite distinguir el casco viejo, la ciudad colonial fundada por los españoles en 1538. Las manzanas identicas y cuadradas de la parte inferior resultan inconfundibles y contrastan con la menor regularidad de la ciudad moderna.


En las anteriores entradas de este blog, todas dedicadas al urbanismo, hemos analizado los distintos tipos de planos urbanos existentes, visualizándolos a través de distintos ejemplos, ciudades de todos los continentes que nos permitían su conocimiento. Estas entradas aparecen con la etiqueta "Geografía física. Urbanismo" en la sección de "Temas". Todas ellas las exponemos a continuación con su respectivo enlace para que la consulta, si procede, sea más rápida:

El plano lineal. Tipología de planos urbanos I
El plano radiocéntrico. Tipología de planos urbanos II
El plano ortogonal o en cuadrícula. Tipología de planos urbanos III
El plano irregular. Tipología de planos urbanos IV

Para una posible profundización en los distintos aspectos de la ciudad y sus planos se pueden consultar estas presentaciones:

                             
                                                          Geografía Urbana from Ana Rey

                             
                                       Comentario del Plano Urbano from Isaac Buzo
                              
                                                   Morfologia urbana from copybird
                         
                                            Comentario de planos de ciudades españolas from mmhr

A la hora de comprobar los conocimientos adquiridos, Isaac Buzo nos ofrece una animación que nos conduce por el globo terráqueo parando en determinadas ciudades, cuyos planos nos presenta para que señalemos a qué tipo pertenecen. Cualquiera que haya podido analizar las entradas sobre urbanismo de este blog, antes señaladas, no tendrá ningún problema para resolver positivamente dicho ejercicio:

                    

lunes, 15 de julio de 2013

Plano urbano irregular: Tipología de planos urbanos IV


La "Parte Antigua" de Cáceres es uno de los mejores ejemplos de ciudad medieval de Europa. Mantiene su trazado irregular rodeado por una muralla. En su interior numerosos palacios e iglesias, así como una judería.

El plano irregular

El plano irregular no tiene una forma definida, sino que posee una estructura caótica y anárquica, las calles no siguen un orden previo y se presentan desordenadas, siendo con frecuencia estrechas, sinuosas y retorcidas, generando una percepción del espacio similar a un laberinto. Con frecuencia las calles ni siquiera mantienen una misma anchura a lo largo de su recorrido, variando también la altura de los edificios. Todo ello es consecuencia de la no existencia de una planificación o regulación en el proceso constructivo.
Este plano surgía, bien de forma natural, producto de un crecimiento orgánico, como ocurría en la mayoría de las ciudades medievales de la Europa cristiana, donde el burgo se adaptaba a la topografía existente; o bien como consecuencia de una forma concreta de concebir la sociedad y la vida familiar derivada de unos principios religiosos que marcaban el urbanismo, como ocurre durante el Islam medieval. En aquella época no existían medios de transporte modernos como los vehículos o tranvías que hubieran exigido una planificación de los espacio y una mayor amplitud de las calles, por otra parte la mayoría de las urbes estaban encerradas por una muralla, lo que propiciaba un trazado denso y apelmazado, en el que no había mucho lugar para los lugares abiertos y amplios, al tratarse de aprovechar el espacio al máximo.
En general, en la actualidad este plano irregular pervive en los cascos históricos de la mayoría de las ciudades europeas e islámicas e implica graves inconvenientes para el desenvolvimiento normal de la vida urbana, especialmente para el desarrollo del tráfico, ya que la estrechez de las vías y la ausencia de calles rectas, así como en ocasiones la conservación de la muralla, limita los desplazamientos y ayuda a congestionar la ciudad. Sin embargo, a nivel histórico y cultural, y sobre todo turístico, la conservación de tales ciudades resulta importante.


La ciudad medieval cristiana

No hay un plano específico de la ciudad medieval europea, por el contrario en ella podemos encontrar los tipos más variados. El rasgo unificador de la mayoría de las ciudades medievales -salvo excepciones como las bastidas del sur de Francia- es que son producto de un crecimiento orgánico y no planificado: así la herencia de la anterior urbe romana propició el desarrollo de algunos núcleos con plano ortogonal, que como Florencia o Turín se desarrollaron de forma natural sobre el trazado previo latino; por otro lado, la disposición de la ciudad a partir de una gran vía de comunicación derivaba en el surgimiento de planos lineales como ocurrió en muchas de las ciudades y pueblos del Camino de Santiago; por  último, no era infrecuente el desarrollo de un plano radiocéntrico, el caso de Amsterdam, al disponer la ciudad medieval de edificios y espacios, como la catedral, la plaza o el ayuntamiento, que centralizaban la vida de la ciudad y desde cuya situación central partían de forma improvisada las calles hasta la muralla. Y es precisamente el carácter orgánico y natural del crecimiento urbano, lo que propiciará el predominio del plano irregular en la mayor parte de las ciudades medievales. Estas se adaptaban al emplazamiento físico escogido, generalmente en una posición defensiva que buscaba lugares inexpugnables o de difícil acceso, con una topografía complicada e irregular: colinas y montañas, islas y cabos, cauces de ríos en lugares de confluencias o meandros que permitían su uso como fosos, etc. Estas localizaciones dificultaban su desarrollo y condicionaban su crecimiento, determinando la morfología urbana. A esto habría que añadir la existencia de una muralla que rodeaba el burgo y que reducía el espacio para la expansión urbana.
La ciudad se veía además constreñida por una muralla que rodeaba el burgo. En el interior sin embargo, había edificios a partir de los que se organizaba la ciudad, la catedral como edificio religioso, o el palacio municipal como edificio de la autoridad civil. En torno a ellos surgía la plaza que era utilizada para el desarrollo del mercado. La preeminencia de esos edificios, que destacaban en altura y tamaño y que solían ocupar una situación  céntrica, arteriaba una ciudad, que solía conformarse como un todo homogéneo, con sus callejuelas estrechas y retorcidas, construidas para circular a pie, con sus edificios bajos, aunque con el tiempo se sucedieron las distintas plantas. Muchas de las calles no estaban preparadas para el tráfico aislados, eran calles de pocos metros de ancho repletas de casas y talleres artesanos.

La villa medieval de Feurs (Francia). Miniatura del siglo XV.
La plaza del mercado y el palacio municipal, la catedral y la muralla con el castillo. Presentes todos los componentes del burgo medieval.
El dibujo nos muestra la estructura de la ciudad medieval.

El centro histórico de Siena es considerado la encarnación perfecta de una ciudad medieval. En él destacan la catedral y la torre del Palacio Público, situado en la hermosa Plaza del Campo.
Acerenza, en la Calabria italiana, es un típico enclave medieval. Asentado en una elevación a 800m de altura, se halla encerrado entre el río Bradano y el torrente Fiumarella.

La ciudad islámica

Con la expansión del Islam desde el Atlántico hasta el Indo, los árabes fueron fundando multitud de ciudades, marcadas todas por similares patrones. La mayoría de ellas se ajustaban a un plano irregular, no tanto por la falta de planificación y la tendencia al crecimiento orgánico propio de las ciudades cristianas, sino como producto de los principios religiosos y culturales que regían la nueva sociedad islámica en construcción. En primer lugar, supieron absorber buena parte de la arquitectura de las civilizaciones anteriores del Oriente Medio, como Egipto o Mesopotamia, de forma que los edificios se estructuraban a partir de recintos cerrados hacia los que miraban las construcciones: así ocurre en los palacios, las casas o las mezquitas, edificadas de espaldas al exterior. Además y por influencia religiosa, la sociedad islámica apostaba por el ámbito privado, y la vida familiar y urbana se retraía hacia el interior de esos espacios íntimos y personales. La existencia de sus habitantes transcurría en el interior de sus casas, no en la calle, porque el papel de la casa es central en la ciudad musulmana. Las viviendas solían ser de una sola planta, cerradas por terraza, siendo la ciudad un agregado de casas a las que se podía acceder a través de las calles. Estas eran simples corredores que unían dichos espacios habitables, especialmente estrechos -la regla de Mahoma era de siete pies de ancho-, intrincados, tortuosos y laberínticos, a veces cubiertos, convertidos en simples pasillos que conducen a las residencias, pero que son de difícil acceso y sin personalidad alguna, impidiendo la visión de conjunto y dificultando la orientación. Esta concepción de las calles conllevaba  la proliferación de adarves o callejones sin salida, cuya única misión era el acceso a las viviendas.
De hecho, y como consecuencia, ni siquiera existían espacios públicos abiertos como plazas o jardines, y tan solo el recinto de la mezquitas hacía las veces en este sentido, tocada generalmente por una enorme explanada interior. De hecho, el mismísimo  mercado o bazar se desarrollaba en las estrechas calles, estando a veces cubierto. La sensación de laberinto se acrecentaba porque, al revés que en la ciudad medieval cristiana, no existía un punto central del que partieran las principales calles: había lugares públicos de importancia como la mezquita o los baños, pero no eran determinantes en el desarrollo del trazado urbano.
Por todo ello, la trama urbana resultaba especialmente densa y compacta, rodeada por lo general por una muralla con insignes puertas de acceso, puertas que solían ser especialmente importantes a nivel urbanístico, convertidas en vestíbulos de entrada a la ciudad, que terminaban haciendo las veces de plaza. A un lado la medina, al otro los arrabales, los barrios situados fuera del recinto amurallado.



Estructura de la ciudad medieval islámica.

La ciudad islámica medieval con sus partes y edificios importantes.
Córdoba mantiene en su casco viejo la trama urbana compacta de una
 ciudad islámica, con el gran espacio de la mezquita como contrapunto.
El desorden marca el plano de la ciudad islámica, con las casas hacia
 el interior y la mezquita, con su gran patio, como edificio principal.

(1) TOLEDO  (2) AUGSBURGO (3) CARCASONNE (4) VENECIA (5) FEZ (6) ARGEL 
(7) JERUSALÉN (8) SANÁ (9) LAHORE.







Toledo es la capital de la Comunidad de Castilla-La Mancha y una de las ciudades monumentales más importantes de España. Se convirtió durante el Medievo y la Edad Moderna en una de las principales urbes castellanas, aunque en la actualidad apenas supera los 80.000 habitantes. Su situación estratégica entre el norte y sur peninsular le confirió siempre una especial importancia a nivel militar, comercial o de comunicaciones. Su casco antiguo se sitúa en una zona elevada rodeada por el Tajo en buena parte de su trazado, en lo que es un emplazamiento netamente defensivo. Aunque quedan vestigios de la Toletum romana, que después fue capital del reino visigodo, la Toledo antigua es una ciudad de trazado medieval e islámico que fue conquistada por los musulmanes y después reconquistada por los cristianos. Conocida como la "Ciudad de las Tres Culturas", en ellas coexistieron importantes poblaciones de mozárabes cristianos, musulmanes y judíos, alcanzando su explendor durante el reinado de Carlos V, al ser sede de su corte. A partir del siglo XVII iría perdiendo paulatinamente su relevancia. La ciudad tenía un trazado compacto al desarrollarse dentro de un recinto amurallado del que aún quedan importantes restos. Dentro se desarrollaba una trama cerrada e irregular, con calles estrechas y tortuosas marcadas por el trazado clásico musulmán de corrales, adarves, callejuelas y plazuelas. En él se ven también plazas y avenidas más amplias que corresponden a reformas posteriores, ya de finales de la Edad Moderna y sobre todo del siglo XIX.

Plano del casco histórico de Toledo.
Toledo mantiene el trazado medieval de las calles, denso e irregular.
Toledo se sitúa en un enclave defensivo privilegiado: una zona
 elevada, rodeada casi enteramente por un meandro del río Tajo.

Augsburgo, con sus 265.000 habitantes, es una de las ciudades más pujantes de la industriosa y rica Baviera. La ciudad natal de Bertold Brecht o del padre de Mozart, el músico Leopold Mozart, es además una de las más antiguas de Alemania, fundada por los romanos como Augusta Vindelicorum en la ruta que unía Roma con Germania, la Vía Claudia. Se desarrolló en el Medievo sobre el plano clásico irregular medieval y encontró una enorme expansión urbanística en el siglo XV y XVI, momento en que se convirtió en uno de los principales centros económicos y financieros de Europa. Siguiendo el trazado medieval, que incluía un recinto amurallado del que se conservan algunos restos, florecieron grandes casonas y palacios propios de la gran burguesía floreciente, que incluía a algunos de los mayores banqueros de la época, es el caso de los Welser o los Fugger, los prestamistas del Papa y Carlos V. Especialmente los Fugger hicieron de mecenas en capillas e iglesias, levantaron palacios y promovieron algunas de las ampliaciones realizadas a principios del siglo XVI en la ciudad medieval -como la realizada en el suburbio de San Jacobo-, pero su más destacada aportación fue la construcción con espíritu filantrópico de la Fuggerei, el primer complejo de viviendas sociales construido en Europa. Con calles rectílineas y algunos servicios comunes, se hallaba incrustado en el casco viejo y todavía hoy rompe su irregularidad (ver foto). Todo el esplendor de la ciudad fue desapareciendo en el siglo XVII, especialmente tras la guerra de los Treinta Años, momento en que fue tomada y sitiada por los suecos, lo que supuso una brusca interrupción en su desarrollo urbano.

Plano del casco viejo de Augsburgo.
El Augsburgo medieval mantiene la irregularidad en su trazado urbano.
Vista aérea del casco histórico de la ciudad de Augsburgo.
En el corazón del casco viejo de Augsburgo destaca el Fuggerei,
complejo de viviendas sociales puesta en marcha por los grandes
 banqueros de la época, los Fugger.

La ciudadela de Carcasonne, conocida como La Cité, es uno de los ejemplos de ciudad medieval fortificada mejor conservados de Europa. Situada en una elevación junto al río Aude, la ciudad está rodeada por una doble muralla con más de tres kilómetros de muro, en cuya cara oeste se situa el castillo de los vizcondes de Trencavel, del siglo XII. Sería en el siglo XIII cuando se reforzarían las murallas interiores y se construiría el recinto exterior, lo que hizo de la ciudad un bastión inconquistable, defendido con 52 torres. En su interior se desarrolla una clásica urbe medieval con un trazado irregular de calles estrechas y retorcidas, casas construidas con entramados de maderas y una organización en barrios gremiales, donde destacan dos grandes edificaciones, por un lado el castillo y por otro lado la basilica de Saint-Nazaire. A partir del XVII la ciudad pierde relevancia y sufre un paulatino abandono, cayendo en la ruina, hasta que en la segunda mitad del siglo XIX se realiza una enorme esfuerzo de restauración bajo la dirección de Eúgene Viollet-le-Duc, no exento de errores y controversia. Hoy está inscrita por la UNESCO en su lista de Patrimonio Mundial.

Resulta imponente el perfil amurallado de la ciudad vieja de Carcasonne.
Encerrado en el doble recinto amurallado se desarrolla el entramado urbano
 de Carcasonne. En su interior destacan el castillo y la iglesia de St. Nazaire.
Plano de la ciudad medieval de Carcasonne. En verde el castillo, en rosa la iglesia de St. Nazaire, en amarillo
  y rojo los dos recintos amurallados.

Venecia, con unos 270.000 habitantes, es hoy una de las mayores ciudades industriales del norte de Italia. La ciudad antigua se desarrolla en la llamada laguna de Venecia, una laguna costera salada localizada en el norte del mar Adriático, y se haya repartida entre la gran isla y otras más pequeñas como Burano o Murano. Se llega a ella desde tierra fime a través del Puente de la Libertad, que desemboca en la Piazzale Roma. En el interior de la ciudad no hay vehículos y la ciudad se estructura a partir de callejuelas y sobre todo de más de 150 canales desarrollados a modo de calles, con un trazado sinuoso que hace difícil la orientación del visitante y que nos recuerda un laberinto. Los canales se ven atravesados por más de 400 puentes. El conjunto se estructura entorno al Gran Canal, que a modo de gran avenida serpenteante surca la ciudad. En ellos circulan embarcaciones colectivas que trasladan a los viandantes, son los vaporettos, y todo tipo de embarcaciones, entre las que destacan las tradicionales góndolas, usadas por los turistas. Hoy la Venecia histórica está amordazada por una grave amenaza, las inundaciones que provoca la marea alta durante la primavera y el otoño, y que el gobierno italiano quiere frenar con una proyecto de diques que cerrarían la laguna.

La inconfundible forma de pez de la isla de Venecia.
Venecia es una laberinto de canales organizado a partir del Gran Canal.
El Gran canal, surcado por todo tipo de embarcaciones, es la arteria
 principal de Venecia.

Fez es la tercera ciudad de Marruecos, con una población en torno a los dos millones de habitantes. Su importancia espiritual es enorme, al ser considerada la capital del islam marroquí y el principal centro religioso y cultural del país. Situada en la colinas del Atlas y a orillas del río Uadi, Fez fue históricamente un importante centro religioso y comercial, por el que pasaban las principales rutas comerciales que unían el Mediterráneo con el África subsahariana. La ciudad fue fundada por Idris II en el siglo IX d.c., construyendo la mezquita de Mulai Idris, lugar sagrado del Islam. La ciudad posee también la gran mezquita Qarawiyin, la mayor de África después de la de Casablanca.
La urbe se divide en tres zonas, la Ville Nouvelle o Villa Nueva, construida por los franceses y que es la parte más moderna, Fés el-Jdid, zona nueva, donde se hallaba el Mellah o barrio judío, y la zona antigua o medina, dentro de las murallas, Fés el-Bali, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981. Esta última es considerada como uno de los mayores emplazamientos medievales que existen actualmente, conservando las murallas y las cuatro puertas de acceso. Está constituida por un laberinto de calles estrechas, en su mayoría cerradas al tráfico en lo que es la mayor zona peatonal del mundo, delimitadas por antiguas viviendas, comercios y talleres, en una ciudad con una fuerte actividad artesanal propia de otros tiempos.

Plano de la medina de Fez
La medina de Fez. En el entramado de callejuelas destacan los minaretes de las mezquitas, como la de Qarawiyin, una de las mayores de África.
La imagen aérea nos muestra la trama cerrada caracteristica de las ciudades árabes, con sus viviendas vueltas hacia el interior.

Argel es una ciudad de más de dos millones de habitantes, capital de Argelia y uno de los mayores puertos del norte de África. Fundada sobre las ruinas del viejo puerto romano de Icosium, la vieja Argel fue erigida por los bereberes durante la Edad Media, desarrollándose desde el mar hasta escalar una cercana colina empinada y alcanzando un gran desarrollo urbano durante el siglo XVI y XVII, bajo la influencia turca. En el siglo XIX los franceses la transformaron en una urbe moderna repleta de edificios coloniales y grandes avenidas. Diseñaron un monumental frente marítimo que aisló para siempre la ciudad vieja o casbah quedando  olvidada y aislada por el nuevo Argel, elevada sobre una colina, convertida en un gran islote superpoblado, con una altísima densidad de población. La casbah pervive todavia hoy con sus callejuelas empinadas y estrechas, sus escalinatas y cuestas, sus edificios antiguos y deteriorados en muchos casos, la profusión de antiguas mezquitas y palacios otomanos, todo lo cuál le permitió ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1992.

El plano de la casbah nos muestra una ciudad árabe típica, irregular y caótica, repleta de callejones sin salida.
La casbah quedó encerrada y aislada del mar por el nuevo Argel, moderno y repleto de nuevas y grandes avenidas.
La casbah se alza sobre una colina cercana al mar Mediterráneo.
La casbah de Argel está sembrada de rincones mágicos, repleta de callejones, escalinatas y cuestas.

Jerusalén (al-Quds en árabe) es una ciudad de más de 800.000 habitantes, ocupada hoy ilegalmente por el estado de Israel desde la guerra de 1967, que la ha convertido en su capital. Centro de las disputas históricas entre distintos pueblos y religiones, hoy es un estandarte de la expansión israelí sobre los territorios palestinos. La presión sobre los árabes está conduciendo a una reducción paulatina de la población árabe, asentada en el Jerusalén este, y a un crecimiento intenso de los habitantes judíos. Y es en el corazón del Jerusalén este donde se haya la llamada Ciudad Vieja. Esta es una de las ciudades habitadas más antiguas del mundo y también una de las más importantes a nivel cultural y religioso, al ser considerada sagrada por las tres mayores religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el islam. En un área de apenas un kilómetro cuadrado se hallan lugares sagrados para los tres cultos, el Santo Sepulcro de la religión cristiana en el corazón del barrio cristiano y en la llamada Explanada de las Mezquitas, el Monte del Templo y el Muro de las Lamentaciones, sagrados para la religión judía, y la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa, sacras para la religión musulmana.
El aspecto de la Ciudad Vieja es la de una típico ciudad del Oriente Medio, con sus calles y callejones intrincados y estrechos, abarrotados de gente y bazares. La arquitectura de piedra predominante muestra además una simbiosis de elementos cristianos, musulmanes y judíos, rodeado el conjunto de macizas murallas que se construyeron en 1537, bajo el dominio del sultán turco Suleiman el Magnífico. Con 7 puertas y 34 torres, la Ciudad Vieja se ha dividido tradicionalmente en cuatro barrios, el cristiano en el noroeste, el armenio en el suroeste, el musulmán en el centro y noreste y el judío al sureste.

La ciudad vieja de Jerusalén con sus cuatro barrios. Al este, la Explanada de las Mezquitas.

El laberinto cerrado de la ciudad vieja de Jerusalén contrasta con la inmensidad de la Explanada de las Mezquitas.
Callejón típico de la ciudad vieja de Jerusalén.

Saná es hoy la capital del Yemen unificado y cuenta con una población de 2 millones de personas. La Ciudad Vieja de Saná es uno de los centros históricos mejor conservados del mundo musulmán y ha sido declarada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Situada en una meseta a más de dos mil metros de altura, posee una de las mejores murallas del mundo árabe y conserva todavía la ciudadela al sudeste de la muralla, en una elevación. Mantiene una arquitectura marcada por las típicas viviendas árabes, casas con ventanas pequeñas que buscan intimidad y protegen del clima, algunas con una antigüedad de 400 años. Son características la decoración de las ventanas y los frisos de las paredes, así como la disposición en altura con edificios de 4 o 5 pisos. Todo ello dispuesto en un mar de callejuelas intrincadas que convierten la ciudad en un laberinto, sin un orden concreto, con un plano irregular estructurado en torno a las decenas de mezquitas, cuyas torres dominan la ciudad, y entre las que destaca la Gran Mezquita "Al-jami al Kabir".

Plano de Saná de 1946. Es perceptible el recinto amurallado que rodea el laberinto de la ciudad vieja.
Inconfundible la fisonomía urbana de Saná, con sus elevados edificios bellamente decorados y los minaretes de las omnipresentes mezquitas.
La puerta principal que da acceso a la Ciudad Vieja de Saná.

Lahore es la capital del Punjab pakistaní y cuenta con una población de más de siete millones de personas, lo que la convierte en la segunda ciudad de Pakistán. Es la típica ciudad superpoblada  y caótica del subcontinente indio. Conserva todavía, lejos de la ciudad moderna y colonial la llamada Ciudad Vieja, convertida en un laberínto de callejuelas y calles retorcidas, muchas de las cuales nos llevan lejos de las muchedumbres y el tráfico. Perviven casas de más de doscientos años y en uno de sus extremos está el fuerte de Lahore, construido hace 500 años, y la mezquita de Badshasi, considerada entre las mayores del Islam y la segunda de Pakistán. Construida en 1674 es capaz de albergar 100.000 personas durante el rezo en su explanada de mármol rojo. Durante el imperio mogol la ciudad se hallaba rodeada por una imponente muralla, de la que solo quedan algunas de las puertas de acceso.

Plano de la Ciudad Vieja de Lahore. En el extremo noroeste se halla el fuerte y la mezquita de Badshasi.
La trama densa y laberíntica del plano de la Ciudad Vieja de Lahore.
Junto al fuerte de Lahore y en un extremo de la Ciudad Vieja, se halla la mezquita de Badshasi, una de las más grandes y bellas del mundo.