Como la superficie de las tierras emergidas, los fondos marinos muestran un relieve extremadamente diverso. |
EL RELIEVE SUBMARINO
El relieve del fondo marino es tan variado como el existente en la superficie de los continentes. En esta animación podemos observar las principales estructuras del relieve submarino. Por un lado la Plataforma continental serían una prolongación de los continentes debajo del mar, hasta los 200 metros, siempre con una pendiente suave. Esa plataforma termina en el Talud continental, una especie de escalón con fuerte pendiente que separa la Plataforma continental de la Llanura abisal. Esta es una extensa llanura submarina con profundidades entre los 3.500 y los 5.500 metros. En medio de esa llanura surgen las Dorsales oceánicas, grandes cordilleras surgidas a partir de la salida de material del manto desde el interior de la Tierra. Mientras, en algunas zonas el choque de dos placas, provocaba el hundimiento de una de ellas y el surgimiento de profundas Fosas oceánicas.
En el blog didáctico "Biombo Histórico" tenemos una ANIMACIÓN INTERACTIVA que nos permite trabajar y repasar las partes del relieve submarino según las vemos en la ilustración inferior:
PULSAR AQUÍ PARA VER LA ANIMACIÓN INTERACTIVA |
LAS FOSAS OCEÁNICAS: LA ÚLTIMA FRONTERA
Las fosas oceánicas son zonas hundidas donde aumenta la profundidad del océano. Se hayan en los límites de la placas, donde chocan una placa oceánica con otra continental o dos oceánicas entre sí. Se trata de zonas de subducción, es decir, al chocar las placas, una se hunde y se introduce debajo de la otra, que se eleva. Surgen así zonas hundidas muy cerca de otras elevadas (islas o grandes cordilleras). Las fosas se extienden en zonas costeras y tienen forma estrecha, entre 60 y 100 km de ancho, y se alargan paralelas a islas o costas durante miles de kilómetros, alcanzando profundidades medias de 8000 m., que en algunos puntos superan los 11.000 metros. El punto más profundo sería el abismo challenger en la fosa de las Marianas, donde la profundidad llega a los 11.034 m. En otras cinco fosas se superan los 10.000 (ver dibujo inferior). La mayoria de ellas se encuentra en el llamado Cinturón de fuego del Pacífico, que incluye también las áreas con más actividad volcánica y sísmica (volcanes y terremotos), por las tensiones provocadas por el choque y rozamiento entre las placas. La teoria de las placas y la deriva continental explicaría algo que sorprendió durante mucho tiempo, y es que las zonas marinas más profundas no están en el interior del océano sino cerca de la costa.
El conocimiento de esas profundidades ha sido muy difícil, y de hecho todavía nos queda mucho por descubrir, siendo posiblemente nuestra última frontera. A pesar de todo, el hombre ya ha llegado a los abismos más profundos, incluido el fondo de la fosa de las Marianas. En 1960 el batiscafo Triestre llegó al fondo del abismo Challenger, el lugar más profundo en la fosa de las Marianas, con dos tripulantes a bordo (Don Walsh y Jacques Piccard) y más tarde el robot japonés Kaiko realizaría tres expediciones en la década de 1990. Ya en el siglo XXI, en el año 2009, el submarino robótico estadounidense Nereus realizó una inmersión que le condujo hasta el fondo del mismo abismo, a más de 11.000 metros de profundidad, operado por control remoto. En marzo del 2012 el director de cine James Cameron, a bordo del minisubmarino "Deepsea Challenger", se sumergió hasta llegar dos horas y media después al fondo.
La zona abisal sería el área de profundidades superiores a 3.000 metros, es un mundo diferente y hostil donde reina una fortísima presión (más de 200 atmósferas o 200 kg/cm2) que hace imposible la vida tal como la conocemos en la superficie e impide el normal acceso del ser humano. Por otro lado, reina la oscuridad total, puesto que no hay luz por debajo de los 600 metros, ya que la luz solar no llega. Ello impide la existencia de vegetación que realice la fotosíntesis, es decir no existen algas verdes. Por último, la temperatura resulta muy baja, normalmente entre 0 y 2 grados.
Todo esto provoca una escasez elevada de nutrientes, por lo que esta zona depende de los residuos de materia orgánica, vegetal o animal, que caen de las aguas superficiales, incluyendo cadáveres de peces y otros animales marinos muertos.
A pesar de todo, en las profundidades encontramos muchas especies de los mismos grupos que encontramos en la superficie, hay moluscos, calamares, peces, gusanos o erizos de mar, además de esponjas o invertebrados. La diferencia está en que se tienen que adaptar a su entorno y no le afecta la presión escesiva, porque desde que nacieron sus órganos internos se hallan sometidos a tales presiones y no han experimentado una diferencia de presión.
Entre esta fauna nos llaman especialmente la atención los peces abisales, con frecuencia de apariencia extraña y monstruosa, que suelen ser pequeños y con cuerpos blandos y huesos reducidos, por la ausencia del calcio y la vitamina D necesarios para el desarrollo de los huesos y las espinas. Sus bocas son grandes con dientes alargados, para atrapar y tragar la escasa comida existente, aunque sea de mayor tamaño que ellos mismos. Su metabolismo es más lento y se reproducen más despacio. Suelen ser bioluminiscentes, es decir, producen luz propia con la que atraer a sus presas o identificarse entre ellos, producida por una colonia de bacterias específicas que viven en el interior del pez o en una especie de antena existente en la cabeza.
Sin embargo, el gran rey de las profundidades es el calamar gigante o kraken, con su nombre técnico Architeuthis Dux. Su tamaño descomunal y el hecho de que haya sido avistado con vida muy pocas veces lo han convertido en un animal de leyenda. Su forma es similar a un calamar común, pero de mucho mayor tamaño: recientes estimaciones dan un máximo de entre 13 y 15 metros para los machos y de entre 15 y 17 metros para las hembras, que son mayores. Su peso no supera los 250 kg. La existencia de individuos de más veinte metros y media tonelada de peso no está comprobada científicamente. El mayor especímen catalagado es una hembra varada en una playa de Nueva Zelanda, en 1887, que media en torno a 18 metros de largo, incluyendo sus tentáculos.
Es una especie que ostenta varios record: Son animales que crecen muy rápido, de 3 a 5 cm. al día, con la tasa de crecimiento más rápida del reino animal, lo que permite que alcancen un elevado tamaño muy pronto, por otro lado, su ojo es el mayor del mundo animal. Aunque el calamar gigante tiene ocho brazos, son los dos tentáculos más largos (pueden alcanzar 12 metros) los que le sirven para capturar las presas, peces u otros calamares. Tiene un pico por el que devora a sus presas, y cada tentáculo tiene ventosas con dientes que se clavan en la piel de la víctima para amarrarla.
Su gran enemigo y depredador es el cachalote, capaz de sumergirse hasta las profundidades de la zona abisal en su búsqueda. Se producen entonces feroces luchas en el fondo del mar. De hecho, mucha de la información que tenemos de esta especie procede de los estómagos de los cachalotes y de las marcas que en su piel dejan las batallas con los calamares. Otra fuente de información son los especímenes muertos en las playas, ya que rara vez se les ha visto vivos y se han capturado imágenes. En 2005 se recogieron las primeras imágenes de calamares gigantes vivos por un equipo japonés que siguió a un grupo de cachalotes hasta el lugar donde se alimentaban, en las profundidades cercanas a las islas Ogasawara, en el océano Pacífico. Los expertos lanzaron varios cebos de calamares comunes junto con una cámara fotográfica y los sumergieron. Finalmente un calamar gigante adulto atacó uno de los cebos y se tomaron las imágenes.
Para adentrarse en el mundo del Architeuthis Dux el mejor y más completo reportaje lo encontramos en el Blog Tejiendo el mundo: "El kraken. Todo sobre los calamares gigantes".
En este vídeo podemos ver una excelente recreación de la batalla entre el cachalote y su principal presa, el calamar gigante o kraken, dos de los mayores depredadores de los océanos:
El conocimiento de esas profundidades ha sido muy difícil, y de hecho todavía nos queda mucho por descubrir, siendo posiblemente nuestra última frontera. A pesar de todo, el hombre ya ha llegado a los abismos más profundos, incluido el fondo de la fosa de las Marianas. En 1960 el batiscafo Triestre llegó al fondo del abismo Challenger, el lugar más profundo en la fosa de las Marianas, con dos tripulantes a bordo (Don Walsh y Jacques Piccard) y más tarde el robot japonés Kaiko realizaría tres expediciones en la década de 1990. Ya en el siglo XXI, en el año 2009, el submarino robótico estadounidense Nereus realizó una inmersión que le condujo hasta el fondo del mismo abismo, a más de 11.000 metros de profundidad, operado por control remoto. En marzo del 2012 el director de cine James Cameron, a bordo del minisubmarino "Deepsea Challenger", se sumergió hasta llegar dos horas y media después al fondo.
El minisubmarino Deepsea Challenger se sumerge hacia las profundidades de la fosa de las Marianas. |
Niveles del Océano. Wikipedia. |
Todo esto provoca una escasez elevada de nutrientes, por lo que esta zona depende de los residuos de materia orgánica, vegetal o animal, que caen de las aguas superficiales, incluyendo cadáveres de peces y otros animales marinos muertos.
A pesar de todo, en las profundidades encontramos muchas especies de los mismos grupos que encontramos en la superficie, hay moluscos, calamares, peces, gusanos o erizos de mar, además de esponjas o invertebrados. La diferencia está en que se tienen que adaptar a su entorno y no le afecta la presión escesiva, porque desde que nacieron sus órganos internos se hallan sometidos a tales presiones y no han experimentado una diferencia de presión.
Entre esta fauna nos llaman especialmente la atención los peces abisales, con frecuencia de apariencia extraña y monstruosa, que suelen ser pequeños y con cuerpos blandos y huesos reducidos, por la ausencia del calcio y la vitamina D necesarios para el desarrollo de los huesos y las espinas. Sus bocas son grandes con dientes alargados, para atrapar y tragar la escasa comida existente, aunque sea de mayor tamaño que ellos mismos. Su metabolismo es más lento y se reproducen más despacio. Suelen ser bioluminiscentes, es decir, producen luz propia con la que atraer a sus presas o identificarse entre ellos, producida por una colonia de bacterias específicas que viven en el interior del pez o en una especie de antena existente en la cabeza.
Rape abisal o Melanocetus Johnsoni |
Rape abisal o Melanocetus Johnsoni |
Chauliodus |
Caulophryne Jordani o de Demonio de mar. |
Sin embargo, el gran rey de las profundidades es el calamar gigante o kraken, con su nombre técnico Architeuthis Dux. Su tamaño descomunal y el hecho de que haya sido avistado con vida muy pocas veces lo han convertido en un animal de leyenda. Su forma es similar a un calamar común, pero de mucho mayor tamaño: recientes estimaciones dan un máximo de entre 13 y 15 metros para los machos y de entre 15 y 17 metros para las hembras, que son mayores. Su peso no supera los 250 kg. La existencia de individuos de más veinte metros y media tonelada de peso no está comprobada científicamente. El mayor especímen catalagado es una hembra varada en una playa de Nueva Zelanda, en 1887, que media en torno a 18 metros de largo, incluyendo sus tentáculos.
Es una especie que ostenta varios record: Son animales que crecen muy rápido, de 3 a 5 cm. al día, con la tasa de crecimiento más rápida del reino animal, lo que permite que alcancen un elevado tamaño muy pronto, por otro lado, su ojo es el mayor del mundo animal. Aunque el calamar gigante tiene ocho brazos, son los dos tentáculos más largos (pueden alcanzar 12 metros) los que le sirven para capturar las presas, peces u otros calamares. Tiene un pico por el que devora a sus presas, y cada tentáculo tiene ventosas con dientes que se clavan en la piel de la víctima para amarrarla.
Su gran enemigo y depredador es el cachalote, capaz de sumergirse hasta las profundidades de la zona abisal en su búsqueda. Se producen entonces feroces luchas en el fondo del mar. De hecho, mucha de la información que tenemos de esta especie procede de los estómagos de los cachalotes y de las marcas que en su piel dejan las batallas con los calamares. Otra fuente de información son los especímenes muertos en las playas, ya que rara vez se les ha visto vivos y se han capturado imágenes. En 2005 se recogieron las primeras imágenes de calamares gigantes vivos por un equipo japonés que siguió a un grupo de cachalotes hasta el lugar donde se alimentaban, en las profundidades cercanas a las islas Ogasawara, en el océano Pacífico. Los expertos lanzaron varios cebos de calamares comunes junto con una cámara fotográfica y los sumergieron. Finalmente un calamar gigante adulto atacó uno de los cebos y se tomaron las imágenes.
Para adentrarse en el mundo del Architeuthis Dux el mejor y más completo reportaje lo encontramos en el Blog Tejiendo el mundo: "El kraken. Todo sobre los calamares gigantes".
Cuerpo de un calamar gigante atrapado por un barco de pesca. |
Un calamar gigante ante su cebo. |
Una reproducción de un calamar gigante en un museo marítimo. |
Entre las grandes batallas del reino animal se encuentra la lucha titánica entre el calamar gigante y su gran depredador, el cachalote. |
En este vídeo podemos ver una excelente recreación de la batalla entre el cachalote y su principal presa, el calamar gigante o kraken, dos de los mayores depredadores de los océanos:
En este otro vídeo aparece por primera vez filmado un calamar gigante en su hábitat natural y en movimiento.
En el Cantábrico, frente a las costas de Asturias, se encuentra la fosa de Carrandi, una zona donde abunda el calamar gigante. Algunos especímenes muertos han quedado enganchados en las redes de pesqueros o han terminado en las playas asturianas. Hoy algunos de esos ejemplares se conservan en el Aula del Mar de Luarca. Este video trata de los kraken de la costa asturiana:
En el Cantábrico, frente a las costas de Asturias, se encuentra la fosa de Carrandi, una zona donde abunda el calamar gigante. Algunos especímenes muertos han quedado enganchados en las redes de pesqueros o han terminado en las playas asturianas. Hoy algunos de esos ejemplares se conservan en el Aula del Mar de Luarca. Este video trata de los kraken de la costa asturiana:
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