BLOG DE JOSÉ ANTONIO DONCEL DOMÍNGUEZ (I.E.S. LUIS CHAMIZO, DON BENITO, BADAJOZ)

martes, 14 de junio de 2022

La independencia de Ucrania entre 1917 y 1921. Historia de Ucrania y Rusia (parte III)

Manifestación a favor de la Rada Central en Kiev (1917). Fuente: thereaderwiki.com

Ucrania entra en el siglo XX fragmentada en dos, repartida desde las llamadas Particiones de Polonia a finales del siglo XVIII. Por un lado, el Imperio ruso, que con Catalina II llegará a controlar la Ucrania oriental y central, incluida buena parte de Volinia, por otro lado, el Imperio austrohúgaro, que pondrá bajo su control una parte importante de la Ucrania occidental, incluyendo la ciudad de Lvov/Lviv (transcarpatia, Bukovina y Galitzia). Aprovechando la crisis en la que se ven envueltos los dos grandes imperios durante la Primera Guerra Mundial, uno derrotado finalmente y el otro sumergido en un intenso proceso revolucionario, una parte del pueblo ucraniano intentará caminar hacia la independencia. En el contexto de la Primera Guerra Mundial, Ucrania se ve sumergida en una etapa de intensa inestabilidad, marcada por un constante enfrentamiento bélico entre múltiples partes, que se conoce de forma general como Guerra de Independencia de Ucrania. El conflicto se prolongó entre 1917 y 1921, y estuvo asociado al desarrollo de la Guerra Civil Rusa, de la que formó parte. En dicha guerra civil, los bolcheviques se impusieron finalmente a todos sus enemigos en 1921, y buena parte de Ucrania se incorporó a la nueva Unión Soviética, creada en 1922, bajo la denominación de República Socialista Soviética de Ucrania. Mientras, la Ucrania más occidental era repartida entre la nueva Polonia (incorporaba los territorios de Galitzia y Volinia), Rumanía (se anexionaba la Bukovina ucraniana, además de Besarabia, que incluía los territorios de la actual Moldavia y algunos territorios de la actual Ucrania) y Checoslovaquia, país surgido de la Primera Guerra Mundial, que se anexionaba transcarpatia.

Fuente: elaboración propia.


En la llamada Guerra de Independencia Ucraniana (1917-21) convergieron los más diversos actores, internacionales y nacionales, en el marco de un auténtico galimatías bélico y político, un caos total que permitió a Ucrania proclamar su independencia. En Ucrania lucharon los nacionalistas ucranianos, los anarquistas del Ejército Negro de Majnó, los bolcheviques del Ejército Rojo, los zaristas del Ejército de Voluntarios Blanco Ruso, las fuerzas de la Segunda República Polaca y las potencias centrales (Alemania y Austrohungría), interviniendo además los ejércitos de potencias aliadas como Rumanía y Francia.
El socialista Kerensky, como ministro de Defensa,
arenga a las tropas rusas en el frente. F.:
Iniciada la Primera Guerra Mundial, en 1914 los rusos realizaron importantes avances militares, lo que les permitió incorporar amplios territorios del Imperio Austrohúngaro, básicamente las zonas pobladas por ucranianos: la Galitzia ucraniana (este de Galitzia) y Volinia. Sin embargo, a partir de 1915, las contraofensivas de los imperios centrales llevaron al Imperio ruso a encadenar sucesivas derrotas y perder dichos territorios. Para 1917 Rusia había cedido gran parte de los estados bálticos, Polonia y casi toda Ucrania occidental (con la excepción del área de Ternopil). En dicho contexto de retroceso territorial y sucesivas derrotas militares, estalló en febrero de 1917 la Revolución en Petrogrado. El zar abdicó, creándose un nuevo Gobierno Provisional Ruso, que bajo el control del Partido Kadete Libertal y con apoyo socialista, abogaba por una República democrática y liberal al estilo occidental, manteniendo el respeto a la propiedad privada. Mientras, crecían y se consolidaban como poder alternativo los soviets o asambleas obreras, con el Soviet de Petrogrado al frente, donde los bolcheviques comunistas se habían hecho fuertes, defendiendo la "Dictadura del proletariado" y abogando por una revolución de carácter socialista que acabara con la propiedad privada. Pero el nuevo Gobierno Provisional tomó una decisión que terminó siendo determinante para su futuro: decidió continuar la guerra contra Alemania y Austro-hungría, a pesar del rechazo de la población y la indisciplina generalizada de la tropa en el frente. Y precisamente, la mayor ofensiva rusa del momento, protagonizada por el general Brusilov y realizada en el verano de 1917, se realizó en tierras de la Ucrania occidental, en las zonas de Lutsk y Lvov.

Soldados rusos en junio de 1917. Rusia estaba preparando la ofensiva del general Brusilov.
Fuente: today-in-wwi.tumblr.com

Frente oriental de la I Guerra Mundial entre 1914 y 1916. Fuente: revistacredencial.com

Profesor Mykhailo Hrushevsky, jefe de la Rada
Central. Fuente: istpravda.com.ua
Este contexto de democratización en Rusia alentó a muchos pueblos del inmenso imperio a buscar una autonomía y en algunos casos la autodeterminación. En relación con esto, en marzo se declara en Kiev la República Popular de Ucrania, concebida como una realidad autónoma dentro de Rusia y dirigida por la llamada Rada o Consejo Central, en la que dominaban las tendencias socialistas y con grandes vínculos con el Gobierno Provisional Ruso. Dirigida inicialmente por el historiador Myjailo Grushevsky, defendía la autonomía nacional territorial de los ucranianos como parte de una Rusia federal y democrática. Los apoyos a la Rada crecieron rápidamente y el nacionalismo ucraniano se vio beneficiado por el desmoronamiento del Imperio ruso y la creciente incertidumbre e inestabilidad que la revolución y la guerra habían traído, con deserciones e indisciplina generalizada en el ejército ruso. La situación se hacía aún más compleja con la insurrección de los anarquistas del Ejército Negro de Nestor Majnó, que se habían hecho fuertes en el sureste de Ucrania, y la creciente influencia de los bolcheviques en el este, en zonas como Jarkov y el Donbás, en las que protagonizaban continuas revueltas y huelgas, especialmente en la cuenca industrial y minera de Donetsk.
En este contexto, y ante la inacción del Gobierno Provisional Ruso, que ignoraba las demandas de autonomía ucraniana, la Rada Central lanzó en junio de 1917 la Primera Universal, en la que se proclamaba la autonomía de Ucrania dentro de Rusia, creándose unos días después un gobierno o Secretaría General encabezado por Volodímir Vinnichenko. Los intentos de negociación con el gobierno ruso no condujeron a nada y el 16 de julio la Rada Central cedió ante el gobierno ruso y adoptó la Segunda Universal, en la que renunciaba a la autonomía hasta que se convocara la Asamblea Constituyente de toda Rusia, que se esperaba para principios de 1918. Tal cesión fue rechazada de plano por los sectores más nacionalistas de la sociedad ucraniana y las tensiones nacionalistas fueron creciendo.
El 7 de noviembre de 1917 triunfaba la revolución comunista en Petrogrado y los bolcheviques deponían al Gobierno Provisional Ruso. Surgía entonces un nuevo gobierno, el Consejo de Comisarios del Pueblo, dirigido por Vladimir Ilich Ulianov, Lenin, líder indiscutible de los bolcheviques. Éstos intentaron controlar Ucrania y tomar el poder en Kiev, pero no lo consiguieron y el 20 de noviembre la Rada Central adoptó la Tercera Universal, en la que se proclamaba la República Popular de Ucrania dentro de la República Rusa, se buscaba una autonomía dentro de una federación de pueblos iguales y libres. La Rada inició entonces un ambicioso programa de reformas sociales e inició por su cuenta conversaciones de paz para la retirada de Ucrania de la Primera Guerra Mundial.
Anuncio de la Tercera Universal de la Rada Central de Ucrania en la Plaza de Santa Sofía de Kiev. 20 de noviembre de 1917. En el centro están Symon Petliura, Mykhailo Hrushevsky, Volodymir Vynnychenko. Fuente: istpravda.com.ua
El 25 de noviembre de 1917 se celebraron las esperadas elecciones a la Asamblea Constituyente Rusa en las que vencieron los socialrevolucionarios, con un apoyo masivo en el campo, quedando en segundo lugar los bolcheviques, con el respaldo mayoritario de los obreros de las ciudades industriales. En Ucrania el peso de los bolcheviques era considerablemente menor al de otras regiones del Imperio: habían vencido los socialrevolucionarios ucranianos, mientras otras agrupaciones de carácter ucraniano y nacionalista se llevaban buena parte de los votos que restaban, siendo los bolcheviques una clara minoría. A nivel estatal, la estrategia bolchevique era clara, priorizar los soviets como órganos representativos del pueblo en contraposición a una Asamblea constituyente en la que no tenían mayoría. Así lo habían evidenciado a través del lema de octubre, con el que habían llegado al poder: "Todo el poder a los Soviet". Por otro lado, el carácter mayoritario de los socialrevolucionarios era matizable, ya que hay que tener en cuenta en su victoria a los socialrevolucionarios de las nacionalidades (entre los que destacaban los socialrevolucionarios ucranianos), que tenían una línea independiente, y los socialrevolucionarios de izquierdas, próximos a las tesis bolcheviques y que en principio colaboraron con ellos. Finalmente, el 19 de enero la Asamblea constituyente fue disuelta por los bolcheviques en el poder.
Desde el principio, la actitud de los bolcheviques resultó abiertamente hostil a la República Popular de Ucrania y la autoridad de la Rada Central. Ante el fracaso de su intento de hacerse con el control de Kiev y de utilizar el Congreso de los Soviets de Ucrania para suplantar el poder de la Rada Central, el gobierno comunista de Petrogrado lanzó un ultimátum, rechazado por la Rada, lo que desembocó en una intervención militar directa. El 22 de diciembre de 1917 las tropas de la Guardia Roja, dirigidas por Vladímir Antónov-Ovséyenko, tomaban Járkov y creaban en la ciudad un Congreso de los Soviets de Ucrania alternativo, proclamando la República Popular Soviética de Ucrania, con capital en Járkov, que había de gozar de autonomía dentro de la Rusia Soviética. El nuevo gobierno emitió un manifiesto de derrocamiento de la Rada Central, mientras el 7 de enero un ejército bolchevique atacaba Kiev. Es en este contexto, y ante la hostilidad bolchevique, cuando la Rada Central adoptó la Cuarta Universal (22 de enero de 1918), proclamando la independencia de la República Popular de Ucrania y pidiendo al pueblo ucraniano que luchara contra sus enemigos, en lo que era una alusión directa al gobierno comunista de Petrogrado. La Rada Central dejó claro a la comunidad internacional que mantendría relaciones internacionales independientes de Rusia y en enero de 1918 la delegación ucraniana se incorporaba a las conversaciones de paz de Brest-Litovsk junto a las potencias centrales y el régimen bolchevique. Los ucranianos querían tener la voz cantante en todo lo relacionado con la paz en el frente ucraniano, así como discutir la incorporación a la República Popular de Ucrania de los territorios occidentales históricamente bajo control del Imperio austrohúngaro (Galitzia, Bukovina y Transcarpatia).

Las delegaciones alemana, rusa y ucraniana reunidas en Brest-Litovsk. Fuente: istpravda.com.ua

Tratado de Brest-Litovsk. F.: historia.nationalgeographic.com.es
El 9 de febrero de 1918, la República Popular de Ucrania firmaba un Tratado de paz en Brest -Litovsk por separado con las potencias centrales. Estas la reconocían como un estado independiente y le prometía ayuda en su guerra contra la Rusia soviética. A cambio, Ucrania renunciaba a los territorios occidentales, históricamente bajo control austrohúngaro, y se comprometía a aportar importantes suministros a Alemania y Austro-hungría, no olvidemos que la estepa ucraniana es un inmenso granero agrícola. El apoyo alemán resultaría importante a partir de entonces, aunque siempre sujeto a los propios intereses germanos. En una situación de extrema volatilidad, los bolcheviques tomaban Kiev a comienzos de febrero de 1918, pero el 2 de marzo el ejército alemán recuperaba la ciudad y la Rada Central volvía a Kiev. Sin embargo, los alemanes tenían otros planes para Ucrania y terminaron por apoyar la causa de un antiguo general imperial, Pavló Skoropadski, un cosaco muy conservador y de familia terrateniente, decididamente hostil a la Rada Central y sus tendencias socialistas. 
El hetman Skoropadsky el kaiser Wilhelm.
Fuente: commons.wikimedia.org
El objetivo era convertir a Ucrania en una especie de protectorado alemán, acabando con las políticas reformistas y sociales de la Rada y devolviendo la propiedad de la tierra a los terratenientes. En mayo de 1918, con apoyo alemán, Skoropadski derrocaba la Rada Central y acababa con la República Popular Ucraniana, lo que suponía la instauración de las tradiciones cosacas en la formación del estado, el hetmanato, así como las tradiciones políticas autoritarias del Imperio ruso. El nuevo poder contó con el apoyo alemán y de las clases más conservadoras de la sociedad ucraniana (militares, terratenientes, etc.), buscando además la aproximación a los ejércitos blancos del general zarista Denikin, que se había hecho fuerte en las regiones vecinas del Don y el Kuban, al este de Ucrania. 
Pero la situación cambia con la derrota final de los imperios centrales en noviembre de 1918, lo que estimula un levantamiento nacionalista cuyo cabecilla militar será Simon Petliura. El hetman Pavló Skoropadski aguantaría todavía un mes en el poder antes de ser depuesto, a la vez que los rebeldes entraban en Kiev. Firmado el armisticio de la Gran Guerra con la consiguiente rendición de Alemania, el gran sostén del régimen de Skoropadski había desaparecido, lo que permitió la restauración de la República Popular de Ucrania, aunque solo formalmente, porque el 13 de noviembre el poder quedó en manos de un Directorio no elegido, con 5 miembros encabezados por Volodímir Vinnichenko. Las fuerzas militares leales al Directorio estarían bajo la autoridad de Simon Petliura, aunque resultaban una amalgama de diferentes grupos casi independientes, bajo el control de variopintos señores de la guerra. El nuevo poder trató de ganarse el apoyo popular y campesino con una política de entrega de tierras y represión de los terratenientes y se enfrentó a las fuerzas de la República Socialista Soviética de Ucrania, apoyada por Moscú. Sin embargo, el nuevo gobierno se fue debilitando pronto por la división interna, la escasa aplicación de sus políticas sociales y agrarias, lo que le restó apoyo popular, así como el descontrol y falta de cohesión de sus fuerzas militares. Eso permitió a los bolcheviques tomar la capital en febrero de 1919, mientras el Directorio se refugiaba en el oeste del país. Pero el poder bolchevique resultó del todo efímero, debido al imparable avance del Ejército de Voluntarios Blanco del general zarista Denikin a lo largo del verano. El tener un enemigo común, los comunistas bolcheviques, no unió a las dos fuerzas, pues el nacionalismo ruso de Denikin era incompatible con el nacionalismo ucraniano de Petliura. La consecuencia resultó obvia, ambas fuerzas, zaristas rusos y nacionalistas ucranianos, se declararon la guerra. Pero los ejércitos blancos de Denikin tenían en esos momentos las de ganar, su avance resultaba imparable y después de conquistar gran parte de Ucrania, en otoño se lanzaban hacia el norte en dirección a Moscú, lo que pondría en serios aprietos al gobierno bolchevique.

El ejército rojo bolchevique entra en Kiev en 1919. Fuente: trotskyistplatform.com

Sin embargo, el Ejército de Voluntarios del general blanco Denikin pronto se mostró demasiado débil para controlar tan extensos territorios. Si en las zonas de Rusia que ocupó no se ganó el apoyo campesino, en Ucrania menos aún, lo que le impidió afianzar su poder en las zonas ocupadas. A la represión sobre los campesinos y la devolución de la tierra a los terratenientes, en Ucrania se unió una política activa de represión nacional, con la prohibición del idioma ucraniano y la persecución de la intelectualidad ucraniana, así como la intensa violencia sobre la gran población judía ucraniana, con la puesta en marcha de brutales progroms o matanzas, que enraizaban en el profundo antisemitismo tradicional del Imperio ruso.
La situación militar y política de la Ucrania de la época resultaba, como hemos podido ver, extremadamente compleja. A la guerra entre el nacionalismo ucraniano, que había proclamado la República Popular de Ucrania, y el poder central bolchevique, había que unir el enfrentamiento de los bolcheviques contra los zaristas de Denikin, y todo ello en el contexto del final de Primera Guerra Mundial, con unas potencias centrales (Alemania y Austro-hungría) que mantuvieron su influencia hasta finales de 1918. Pero esta situación se complicaba aún más con el surgimiento en octubre de 1918 de la República Popular de Ucrania Occidental, dirigida por Yevguén Petrushévich, que se extendía por los territorios ucranianos bajo dominio histórico del Imperio austrohúngrao, que con el final de la guerra había entrado en descomposición hasta su desaparición total. En enero de 1919, la República Popular de Ucrania y la República Popular de Ucrania Occidental, se fusionaron en un solo estado a partir del Acta de Unificación de Ucrania, también conocida como Acta o Ley Zluky. En el nuevo estado, Galitzia se convertía en una región autonóma dentro de la Ucrania unificada, aunque en realidad, la unión resultó ser más formal que real, pues la república occidental, que estaba mejor organizada, mantuvo su propio ejército y estructura administrativa.
La situación se complicaba aún más con la aparición en escena del nuevo estado polaco, surgido del colapso de los imperios centrales y la debilidad del Imperio ruso tras la Revolución Rusa. La nueva Polonia independiente mostrará enorme interés por los territorios de la Ucrania occidental, históricamente muy vinculados a Polonia y donde existía una amplia minoría polaca, mayoritaria en las grandes ciudades como Lvov (Lviv en ucraniano). Se inicia así la que se dio en llamar como Guerra polaco-ucraniana. Aunque en febrero de 1919 los ucranianos sitiaron Lvov, en julio las contraofensivas polacas les permitieron controlar amplios territorios de la Ucrania occidental, incluida buena parte de la región de Galitzia. A pesar de todo ello, Petliura y el Directorio se fue acercando a los polacos con la intención última de frenar el avance bolchevique, mientras las potencias de la Entente, con Francia y Gran Bretaña a la cabeza, aceptaban el avance polaco por la misma razón. Esta realidad estratégica condenó a la Ucrania occidental, que irreversiblemente terminó bajo ocupación polaca.

Simon petilura en kiev en mayo de 1920 con tropas ucranianas. Fuente: neweasterneurope.eu 

S. Petliura y el general polaco Edward Rydz-Smigly
 durante la ofensiva sobre Kiev en 1920. F.:wikipedia
A principios de 1920, el ejército zarista de Denikin se hundió, iniciando una retirada en desbandada que le hizo perder todos los territorios conquistados en Ucrania. Se produjo entonces un rápido avance bolchevique hacia el sur, hacia Ucrania, que Peltiura solo pudo frenar gracias al apoyo polaco, en virtud de un pacto con Jósef Pilsudski, el líder nacionalista polaco. El 21 de abril de 1920 se firmaba la alianza polaco-ucraniana en el Tratado de Varsovia. En mayo los ejércitos polacos y ucranianos desbordaron a las defensas soviéticas y tomaron kiev. Ucrania se veía así envuelta de lleno en la Guerra polaco-soviética que se desarrolló entre 1919 y 1921 y que se suele considerar el último capítulo de la Guerra Civil Rusa. El nacionalismo polaco pretendía con su ofensiva hacia el este consolidar su proceso de independencia con la creación de una Gran Polonia que incorporara al nuevo estado amplios territorios de Bielorrusia y Ucrania occidental. Pero a partir de mayo, los soviéticos pasaron a la ofensiva y avanzaron con rapidez hacia Varsovia, recuperando Kiev y avanzando sobre Lvov. En julio, la caballería roja bolchevique estaba a punto de tomar Varsovia, pero en una especie de "acordeón" militar, los polacos se sobrepusieron y pasaron de nuevo a la ofensiva en septiembre y octubre. En octubre de 1920, los soviéticos pidieron la paz y se produjo un alto el fuego. El Tratado de Riga sancionó definitivamente la paz en marzo de 1921 entre la segunda República de Polonia y la Rusia soviética. Con él se derogaba el anterior Tratado de Varsovia de abril de 1920, que había creado la alianza polaco-ucraniana. Los nacionalistas ucranianos de Petliura no fueron invitados y los territorios que habían formado parte de la Ucrania independiente en los años anteriores fueron repartidos entre polacos y soviéticos. Polonia se quedaba con la mayoría de Ucrania occidental (Volinia y Galitzia), mientras la Ucrania central y oriental quedaba en manos rusas. La región occidental de transcarpatia quedaba en manos de la recién nacida Checoslovaquia y Bukoviana pasaba a control rumano. La situación se convertía en un mazazo mortal y definitivo para la República Popular de Ucrania, que desaparecía, emparedada como en otros momentos de la historia entre las potencias vecinas. Se habían definido las nuevas fronteras de Europa oriental durante el periodo entreguerras y en el nuevo mapa no había sitio para una Ucrania independiente.

Europa oriental tras el Tratado de Utrecht. Ucrania no existía como estado independiente. F.: wikipedia.org

Composición étnica de la Polonia surgida tras la I Guerra Mundial. F.: elordenmundial.com

La siguiente SECUENCIA DE MAPAS nos permite comprender mejor la evolución del complejo proceso independentista ucraniano desarrollado entre 1917 y 1921. Fuente: es-academic.com

Fuente: es-academic.com

Fuente: es-academic.com

Fuente: es-academic.com
Fuente: es-academic.com

Fuente: es-academic.com

Fuente: es-academic.com

Fuente: es-academic.com

Fuente: es-academic.com